La necesidad del ejercicio físico, especialmente en el contexto del trabajo de oficina, es fundamental de cara a evitar numerosos dolores de espalda y otros derivados de las malas posturas y del sedentarismo. Incluso en determinadas patologías, como ocurre con la fibromialgia por ejemplo, dicho ejercicio sigue ejerciendo un papel decisivo desde el punto de vista terapéutico. En el artículo de hoy, se hace referencia a la necesidad de que el ejercicio se realice de forma correcta, con la finalidad de evitar posibles lesiones.
Y es que cuando alguna de esas lesiones no cura de forma correcta, aparecen una serie de problemas derivados de su cronificación, que lo que hacen es empañar todavía más, un panorama no muy halagüeño. Sin más rodeos, y puesto que se trata de un artículo de invitado, te dejo con Pablo Camba, bioquímico con amplia experiencia en el desarrollo de negocios en el ámbito del sector salud, aunque también cuenta con un bagaje aún más amplio que incluye imagen médica, diagnóstico de laboratorio y cirugía mínimamente invasiva.
«Soy una persona deportista y siempre me han preocupado muchos las lesiones que he sufrido a lo largo de los años, desde los 10 arrastro una lesión crónica en el tobillo producto de un esguince. A lo largo de mi vida he probado diversos sistemas de frío y compresión basados en geles químicos y packs de hielo, para aliviar el dolor y disminuir la inflamación y poder seguir haciendo mi vida diaria, pero pude comprobar que no se adaptaban a mis necesidades, por eso empecé a colaborar con una empresa americana que había patentado un sistema basado en células de frío, que mantienen la temperatura constante de 15 a 20 minutos y se encuentran entretejidas en el propio dispositivo. He fundado https://www.terapiadefrio.com donde comercializo estas soluciones para mejorar la recuperación y calidad de vida de las personas con dolor agudo o crónico en las articulaciones.»
Lesiones en los tejidos blandos
Todos sufrimos lesiones en los tejidos blandos de vez en cuando, bien haciendo deporte o simplemente una torcedura de tobillo al caminar. El resultado final es el mismo: inflamación y mucho dolor . Pero antes de nada, una breve reseña anatómica:
- Músculo es la unidad funcional integrada por un conjunto de fibras, las cuales forman la unidad elemental del músculo. Estas fibras son contráctiles (son capaces de acortarse) y elásticas (son capaces de estirarse).
- Tendón es la parte del músculo que sirve de unión entre el propio músculo y los huesos. Los tendones transmiten la fuerza generada por el músculo hacia los huesos para producir el movimiento del cuerpo.
- Ligamento es una estructura de composición similar al tendón, tanto es así que en algunos casos se utilizan partes de un tendón de la propia persona para sustituir el ligamento dañado (por ejemplo, en la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla) Sin embargo, su función es unir y estabilizar los segmentos óseos que forman una articulación.

Lesión de un tejido blando
Es cualquier daño en los músculos, tendones, o ligamentos. Podemos clasificarlos en:
- Esguinces.
- Distensiones.
- Contusiones.
Un esguince es una lesión en un ligamento y se suele producir como consecuencia de una torcedura. Los esguinces se producen con mayor frecuencia en los tobillos, las rodillas y las muñecas. Una distensión es una lesión en un músculo o tendón que se suele producir por uso excesivo, fuerza o estiramiento.
Una contusión o moretón es el resultado de una fuerza externa o un golpe. Debido a la rotura de los vasos sanguíneos se produce el cambio de color, y puede limitar el rango de movimiento. Los esguinces y distensiones pueden parecer un problema trivial. Después de todo, nadie se muere por una torcedura y normalmente se curan sin ninguna intervención adicional. Pero solo en los Estados Unidos, 28.000 personas sufren un esguince de tobillo cada día. Adicionalmente un estudio sistemático nos muestra que solo entre el 35% y 85% de los esguinces de tobillo se han curado a los tres años de producirse.
Estas estadísticas han aumentado la atención sobre estas lesiones y puesto el foco sobre la terapia de los esguinces. En 2012 un editorial en el British Journal of Sports Medicine hacía un llamamiento a los profesionales para reemplazar las prácticas clínicas en el tratamiento de este tipo de lesiones.
Tratamiento convencional
Si alguna vez has tenido una lesión de este tipo, lo más probable es que te hayan recomendado reposo, conjuntamente con hielo, compresión y elevación del miembro por encima de la altura del corazón. Vamos a explicar en qué consiste cada una de las recomendaciones:
Descanso
Consiste en no realizar movimientos que te causen dolor, ya que cada vez que sientes dolor la lesión se resiente y retrasa la curación
Hielo
Aplicar hielo durante 15-20 minutos en el área afectada, por lo menos 2 o 3 veces al día. Es importante no enfriar en cada sesión, más de los 15-20 minutos prescritos. Períodos más prolongados pueden producir irritación en la piel y también dañar los tejidos subyacentes. El hielo reduce la inflamación al ser vasoconstrictor de los fluidos que el cuerpo envía al área dañada. Demasiados fluidos (inflamación) puede incrementar la severidad de la lesión y prolongar la recuperación. El hielo también actúa aliviando el dolor al insensibilizar los receptores del dolor temporalmente.
Compresión
Envolviendo la lesión con un material de compresión también reduce la inflamación por las mismas razones que el hielo, aunque puede ser aplicada por períodos más largos de tiempo. Es importante no comprimir demasiado la lesión porque puede cortar la circulación. Comprimir lo suficiente para reducir la inflamación mientras se sigue manteniendo la circulación.
Elevación
Si es posible, mantenga la articulación dañada por encima del nivel del corazón. Esta acción evita que se acumulen fluidos en la zona lesionada por acción de la gravedad. Habitualmente sentirá palpitaciones en la lesión si ésta no se encuentra elevada.
Terapia de compresión y frío
Como hemos visto anteriormente, es la combinación de aplicar hielo y compresión a las lesiones. Estudios médicos, tras cirugías de rodilla y otras similares, han demostrado las mejoras en los tiempos recuperación utilizando una terapia de compresión y frío, así como una menor necesidad de fármacos analgésicos, menor tiempo de hospitalización y un aumento en los rangos de movimiento a los 3 días y a las 3 semanas respectivamente, tras la cirugía.

La compresión hace que el frío penetre más profundamente en los tejidos disminuyendo el dolor y la inflamación y favoreciendo una más rápida recuperación. Con anterioridad, los centros quirúrgico utilizaban una bomba de frío y almohadillas para aplicar la terapia de compresión y frío en el área afectada. Los dispositivos portátiles son una alternativa más económica con la ventaja de poderse aplicar de forma ambulatoria en el hogar, y son especialmente útiles para lesiones que se producen en el mismo momento que se está efectuando el deporte: campo de fútbol, senderismo en montaña y similares.
Reposo: ¿sí o no?
Recientemente, el reposo en este tipo de lesiones ha estado en el punto de mira, ya que el reposo absoluto puede ser más perjudicial que beneficioso. Una nueva aproximación propone cambiar el reposo por protección y aplicar una carga óptima en la zona afectada (además de seguir aplicando frío con compresión y elevación de la articulación).
- Protección se refiere a evitar cualquier daño adicional sobre el área afectada, no a inmovilizarla de manera indefinida.
- Carga Optima se refiere a realizar ejercicios no lesivos. Estos movimientos permiten que se liberen proteínas y hormonas que promueven una curación más rápida del tejido dañado.
Nadie recomienda forzar a los pacientes a caminar sobre su tobillo o rodilla lesionada. Pero algunos ensayos clínicos aleatorios han demostrado que, tras un par de días, empezar con ejercicios y movimientos de la articulación lesionada, seguido de una carga de trabajo gradual, puede conseguir que los pacientes se recuperen de manera más rápida . La manipulación de la articulación por terapeutas especializados también ha demostrado ser exitosa en estos casos.
La dificultad estriba en que es complicado para los pacientes saber que es descansar demasiado, el punto de carga óptima y hacerse más daño. A menudo una fina línea separa las tres situaciones, pero la velocidad del proceso de recuperación depende de ello. De manera general, el mejor plan suele ser reposo nada más producirse la lesión hasta 48 horas, para gradualmente ir recuperando la movilidad en la articulación.
¿Y la prevención?
Algunas recomendaciones:
- Calentar cuando se vaya a practicar deporte o realizar ejercicio.
- Tener cuidado al caminar, correr o trabajar en superficies irregulares.
- LLevar un calzado del tamaño correcto y adecuado a la actividad que se va a realizar.
- No llevar calzado de tacón alto.
- No jugar a deportes o participar en actividades que requieran una condición física para la que no está preparado.
- Mantener una buena fuerza y flexibilidad muscular.
- Practicar entrenamientos de estabilidad, incluyendo ejercicios de equilibrio.
Para prevenir el esguince de tobillo, que es una de las lesiones más comunes, se recomienda entrenar la propiocepción.

La propiocepción hace referencia a la capacidad que tiene el cuerpo para detectar el movimiento y la posición en las articulaciones. Definido de otra forma, es el sentido de la percepción de la postura y el equilibrio.
Con ejercicios de propiocepción aumentaremos la coordinación y la fuerza.
Los ejercicios propioceptivos para el tobillo son tan sencillos como mantenerse sobre una superficie inestable, como un cojín o bosu con una o las dos piernas, como se indica en el siguiente vídeo.
Gracias a estos ejercicios consigues tener un mayor control sobre los movimientos que realices. Otra de las lesiones comunes es la epicondilitis (codo de tenista), siendo la higiene postural el mejor método para prevenirla, así como realizar los movimientos con una técnica adecuada con el objetivo de someter a los tendones a fuerzas lesivas.
Por otro lado, dar descanso con hielo y compresión a estas estructuras después de sesiones de actividad elevada puede contribuir a evitar la aparición de esta patología. Otras patologías muy comunes, para las que el tratamiento de frío con compresión es muy beneficioso, son la lumbalgia, los esguinces de rodilla, el síndrome del túnel carpiano y el latigazo cervical, entre otras.
El mayor riesgo para una lesión en un tejido blando es haber tenido una lesión previa.
Te animamos a mantener una buena forma física, acorde a tu edad y condición, pero recuerda que antes de realizar ejercicios de impacto, es imprescindible calentar y hacer estiramientos. Así mismo aplicar una sesión de compresión y frío de 15-20 minutos en una lesión crónica o previa, tras realizar un esfuerzo físico, ayuda a prevenir lesiones agudas. Hasta aquí, la magnífica explicación que te proporciona Pablo Camba, con objeto de que realices ejercicio (algo totalmente saludable), y minimices cualquier tipo de lesión que pueda producirse aplicando para ello los nuevos sistemas que existen en el mercado. Espero que el artículo sea de tu interés.
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13 comentarios en «ARTICULACIÓN DOLORIDA E INFLAMADA: ¿LESIONADO?»
Muy interesante y útil. He tenido algún esguince en mi vida y desde luego que había cosas que no sabía de ello y he aprendido con el post, enhorabuena.
Gracias Ire por tu comentario.
En efecto, la práctica deportiva es muy recomendable y muy sana, pero a veces, si no se toman las medidas apropiadas (calentamiento previo, no forzar articulaciones, …), se generan lesiones, que no siempre curan sin dejar secuelas.Por eso, es importante, recurrir a diferentes opciones terapéuticas que te permitan recuperarte de esa lesión y continuar practicando deporte, pero eso sí, teniendo en cuenta las diferentes medidas que deben adoptarse para prevenir lesiones.
Un afectuoso saludo
Gracias Conchi por tu comentario.
Cuando se habla de hacer ejercicio, hay varios puntos que son claves, y que a veces, no se tienen en cuenta; por ejemplo, no todo el mundo tiene la misma forma física (la persona que lleva 3 meses saliendo a montar en bici 4 veces a la semana, pues evidentemente está más preparado que el que decide coger la bici y empezar ahora), es necesario tener en cuenta que debe hacerse un calentamiento previo y que los excesos no son buenos, por mucho que sea nivel deportivo o de ejercicio físico.
Casi tan peligroso es no hacer ningún ejercicio, como salir y el primer día querer caminar 7 km. Hay cosas que se caen por su peso, pero que si no se controlan previamente, pues como decía aquel «al final es peor el remedio que la enfermedad».
Me alegro de que los contenidos de utilidad, os resulten de utilidad.
Un afectuoso saludo
Super buen artículo!!! Tengo dilema con el tema del descanso, aunque me dedico también a hacer terapias con masajes, a veces en mi cuerpo me cuesta trabajo tomar decisiones. Soy deportistas frecuente y no hacerlo me provoca irritación. Esat información me es muy útil. Mucahs gracias.
Gracias Angélica por tu comentario.
Si estás acostumbrada a practicar deporte, sigue haciéndolo, pero sin forzar demasiado y haciendo el calentamiento previo necesario. Realmente, el ejercicio para muchas personas, es una forma de liberar tensiones y estrés, y ante la imposibilidad de practicarlo, pueden aparecer sentimientos de frustración.
Un afectuoso saludo
Muy interesante el artículo. De hecho últimamente he estado sintiendo dolor en las muñecas y creo que es por los ejercicios que llevo ya más de un año practicando… trataré de aplicar la compresión y frío a ver si mejora. Sino tendré que ver un especialista! 🙁
Gracias por tu comentario Giovanna.
Ciertamente que los ejercicios repetitivos pueden causar molestias, fruto del uso continuado de la articulación que resulte afectada. Por supuesto, la visita al especialista es fundamental si tras probar una nueva opción terapéutica, persisten los problemas.
Un afectuoso saludo
Hola Adela,
afortunadamente no he sufrido mucho este tipo de lesiones, pero sí me ha ayudado a reconocer los diferentes tipos que hay. Acabo de descubrir que lo que tuve el año pasado en la muñeca, fue una distensión. Por excesos con el deporte. Y las medidas que tomé fueron similares a las que indicas en este post. En cualquier caso, siempre he escuchado que una esguince mal curado dura toda la vida, pero además este tipo de lesiones son bastante coñazos de curar. En fin, espero no tener que sufrir nunca mala pata.
Un saludo,
Gracias por tu comentario Ana.
En efecto, las lesiones mal curadas, suelen ser bastante problemáticas a la larga, y concretamente si la lesión se produce a nivel del tobillo, una zona de gran movilidad, pues evidentemente, se convierten en un auténtico problema. Por eso siempre es conveniente seguir concienzudamente, los tiempos que marca el médico y, por supuesto, mantener unas mínimas precauciones a la hora de hacer ejercicio, como por ejemplo, calentar previamente.
Me alegra saber que mis posts te resultan de utilidad.
Un afectuoso saludo
Hola Adela Emilia,
Por fortuna no sufro de este tipo de problemas, aunque soy corredora y de vez en cuando me fastidio un poco, sobre todo si llevo tiempo sin correr y empiezo de nuevo (como va a ocurrir próximamente, que ya no tengo excusa, la primavera ha llegado a Hamburgo).
Volveré a tu post en busca de consejo si me fastidio los tobillos o las rodillas en los próximos días 🙂 El hielo es lo que más usamos en casa, que mi chico corre muchísimo y tiene un invento que metemos en la nevera y va divinamente!
Un abrazo,
Cristina
Gracias Cristina por tu comentario.
En efecto, el deporte es bueno, pero hay que hacer las cosas con un poquito de lógica. Oiga usted, no salga a correr sin haber hecho algo de calentamiento, por ejemplo, o no pretenda usted correr 5 km diarios y lleva un mes dedicado al tumbing (cama-sillón, sillón-cama). A partir de ahí, nadie está exento de una lesión evidentemente, pero si ésta ocurre lo fundamental, es tener la «suficiente paciencia» como para dejar que esa articulación se recupere, evitar los excesos y no dar lugar a que se convierta en una lesión crónica. En este último caso, vas a necesitar frío, antiinflamatorios, reposo, …., y hasta quedarse en su casa con la patita coja (aunque esta opción, mejor la desechamos).
Un afectuoso saludo
¡Hola, Adela! Cuidar las articulaciones es primordial si una quiere evitar esguinces o torceduras. Durante mucho tiempo me dediqué a dar clases de Pilates y Fitness, a veces, me encontraba con alumnas que no estiraban al final de la sesión y se iban corriendo por ganar unos minutos. Me cansé de decirlas que tan importante era el ejercicio en sí, como los estiramientos iniciales y finales. Creo que muchos de los problemas que tenemos de están relacionados con malos hábitos. Siguiendo las recomendaciones que dais en el post se puede mantener las articulaciones en perfecto estado. Un abrazo.
Gracias Rosa por tu comentario.
En efecto, el deporte es muy sano, pero requiere de unos «rituales previos y posteriores» que son básicos para realmente, conseguir los beneficios que ese deporte te proporciona pero evitando las lesiones que puede acarrear si no se efectúa de forma correcta.
Si encima, no se tiene la paciencia suficiente para conseguir que esas lesiones curen definitivamente, éstas acaban volviéndose crónicas y entonces, ya si que la hemos liado en gordo. Pero bueno, hay gente para todo y nadie escarmienta en cabeza ajena!!!!.
Un afectuoso saludo