En este artículo analizaremos los centros de día como otra opción más para hacer frente a las necesidades de una población envejecida, caracterizada por una edad elevada y con un alto grado de dependencia, de modo que dichos centros se convertirían en otra opción más para la atención de los pacientes geriátricos.
A pesar de que los ancianos de la cuarta edad se caracterizan por su gran incapacidad y por necesitar unos cuidados específicos, las sociedades occidentales también cuentan con un alto porcentaje de personas mayores de 65 años, las cuales en su mayoría presentan el siguiente perfil:
- afortunadamente tienen buena salud y son totalmente independientes
- en no pocos casos contribuyen a la estabilidad familiar haciéndose cargo de los nietos cuando la situación lo requiere
- están integrados en la comunidad y se mantienen en su vivienda habitual, que en algunos casos puede requerir unas mínimas adaptaciones para soslayar los tramos de escaleras, y evitar así posibles caídas con todas las secuelas que de ellas se derivan
- realizan ejercicio físico adaptado a sus posibilidades
- siguen sus revisiones rutinarias correspondientes, controlando patologías de base como el glaucoma, la tensión alta, …
- anualmente se vacunan frente a la gripe
- en definitiva, siguen todas las recomendaciones pertinentes para mantener un buen estado de salud
Si estas personas han tenido una situación económica desahogada, no es raro que cuenten con los respectivos seguros de defunción y seguros de salud; estos últimos permiten ser atendidos cuando el usuario lo requiere evitando las demoras de la sanidad pública.
Puede que para algunos, por fortuna, sus principales problemas de salud hayan sido la disfunción eréctil, la calvicie independientemente de su origen, o la presencia de arrugas más o menos marcadas.
Pero a veces, y a pesar de haber llevado un estilo de vida totalmente saludable, en cualquier revisión diagnóstica puede encontrarse un cuadro oncológico, como puede ser por ejemplo, un cáncer de mama o un cáncer de colon, que obliga al usuario a convivir el resto de sus días con su bolsa de colostomía.
Situaciones como estas suponen un vuelco en la vida de la persona, y aunque cada persona es un mundo y reacciona ante la enfermedad de acuerdo con sus recursos emocionales, no es nada raro, que esa persona mayor totalmente autónoma, sufra una pérdida de autonomía y pase a ser un sujeto con un importante grado de dependencia, que en función de su situación requerirá cuidados y asistencia durante más o menos horas.
Llegados a este punto, y en una sociedad donde los hijos en su mayoría están insertados en el mercado laboral, surge el problema de: «¿qué hacemos con papá, mamá u otro familiar del entorno inmediato?».
A partir de aquí se plantean diversas opciones, como contratar un servicio de ayuda a domicilio, ingresar a la persona afectada en una residencia, llevarla a un centro de día, contratar a un cuidador interno, …
Es penoso tener que admitir que en determinados ambientes, cuando el anciano ya no es alguien útil que ayuda a la familia, sino una persona que requiere cuidados más o menos continuados, en definitiva, se convierte en una carga, el riesgo de maltrato en sus mil y una formas, es una posibilidad que en algunos casos se convierte en realidad.
Una vez planteada ya la situación que puede hacer que el anciano necesite los servicios de un centro de día, «entramos en harina» y pasamos a estudiar dichos centros con más detenimiento.
¿Qué es un centro de día?
Un centro de día para personas mayores es un lugar dedicado exclusivamente a la atención sociosanitaria de personas ancianas.
A veces, acudir a uno de estos centros, tiene una connotación negativa, pues se asocia a una pérdida de autonomía y a un aumento del deterioro físico y mental.
A pesar de esta creencia, la realidad es bien distinta, pues en este tipo de centros, el anciano recibe un cuidado y atención personalizado, con la finalidad de mantener ese grado de autonomía que todavía conserva.
En definitiva, el centro de día está destinado a personas con una edad superior a los 65 años en situación de dependencia, la cual es provocada por la vejez, lo cual conlleva afectación de las capacidades físicas, mentales, cognitivas, fisiológicas y repercusión en todas las actividades de la vida diaria.
Los usuarios de un centro de día:
- duermen en su domicilio
- no deben tener una situación de dependencia que les obligue a permanecer encamados
- deben disponer de un apoyo familiar que garantice la permanencia en su entorno habitual
Más adelante se verá que estos centros, suponen una ventaja tanto para el anciano, como para la familia.
¿Qué tipos de centros de día existen?
Dependiendo del criterio de clasificación elegido, se distinguen diferentes tipos de centros día.
Según la edad
Tomando como criterio la edad, se distingue entre:
- Centros de día para personas mayores en situación de dependencia.
- Centros de día para personas con discapacidad en situación de dependencia.
En la siguiente infografía se explican las diferencias entre unos centros y otros.
Según la titularidad
En función de quién dirija el centro, se distingue entre:
- Centros de día públicos.
Todos ellos dependen de organismos públicos, con lo cual en principio son gratuitos.
Sin embargo, a pesar de su carácter público, la admisión no está garantizada, pues el número de plazas existentes es considerablemente inferior al número de usuarios susceptibles de ingreso.
Según el IMSERSO, las plazas públicas de los centros de mayores representan el 0,6% de la población mayor de 65 años.
En determinados, pueden llegar a ser totalmente gratuitos.
Estos centros suelen ofrecer servicios básicos que son necesarios para mantener la salud del anciano, siendo muy raro, que ofrezcan otros servicios complementarios.
Para conseguir plaza, la persona mayor tiene que cumplir una serie de requisitos establecidos por la administración que gestiona el centro.
Entre tales requisitos, se incluye la proximidad de la vivienda del futuro usuario del centro.
A modo de ejemplo, si un usuario busca centros de día en Madrid, encontrará un listado bastante amplio, en el que se incluirán centros públicos, privados y concertados; pues bien, para conseguir plaza en un centro público o concertado, uno de los requisitos que se tendrán en cuenta, es la proximidad del centro a la vivienda del anciano.
- Centros de día privados.
Tales centros se sostienen con los ingresos que proceden de su actividad, de ahí que su precio sea más caro comparado con los anteriores.
Actualmente las comunidades autónomas que más centros de este tipo ofrecen son Cataluña y Madrid.
Al ser centros de carácter privado, no existen requisitos para acceder a ellos.
Otra de sus características es la mayor variedad de servicios que ofrecen a los usuarios comparados con los anteriores.
- Centros de día concertados.
Tales centros son una especie de colaboración entre un organismo público y una empresa privada.
Normalmente los centros de día privados, suelen tener un determinado número de plazas concertadas con la administración, que se encarga de subvencionar total o parcialmente, aquellas plazas que han sido objeto de concierto.
Su precio es más asequible comparado con un centro privado, a la vez que ofrecen mayor número de servicios.
Para acceder a estas plazas, puede que el anciano deba cumplir unos requisitos que dependen de la administración pública que financie las citadas plazas.
Según la modalidad asistencial
Existe la creencia, falsa por otra parte, de que los centros de día están destinados inicialmente a personas que tienen cierto grado de dependencia, cuando la realidad no es así.
En este sentido, y en función de la asistencia que requieren los usuarios, se distingue entre:
- Centros de día válidos.
Destinados a ancianos autónomos que se valen por sí mismos.
- Centros de día asistidos.
Sus destinatarios son personas mayores que requieren ayuda para realizar actividades de la vida diaria, las cuales no pueden efectuar de forma totalmente autónoma.
- Centros de día mixtos.
En estos centros hay usuarios que mantienen su autonomía, frente a otros que requieren ayuda por su dependencia.
¿Qué función realiza el centro de día?
El centro de día es un lugar donde se ofrece una atención sociosanitaria a la persona mayor, permitiéndole «envejecer en casa» y siendo un «apoyo para los cuidadores que tienen familiares con cierta dependencia«, ya que de esta forma el anciano recibe la atención que necesita, a la vez que el cuidador, puede seguir con su trabajo habitual.
En estos centros, los ancianos reciben una atención personalizada atendiendo a sus necesidades físicas, psíquicas, cognitivas y sociales, sin necesidad de ingresar en una residencia.
De hecho, el centro de día es una solución intermedia que busca el bienestar y la rehabilitación del anciano, para que este pueda recuperar la actividad disminuida, fruto de la propia vejez o de un accidente.
Al mismo tiempo, las actividades que se desarrollan en este tipo de centros, previenen posibles daños que podría sufrir el anciano.
Ese apoyo técnico y especializado, que la persona mayor necesita para recuperar parte de la autonomía perdida y mantenerse en esa situación, lo recibe durante las horas que permanece en el centro.
Cuando el anciano se incorpora al centro, se elabora un plan de trabajo, conocido como Plan de Atención Personalizada, el cual es un plan multidisciplinar que cubre las necesidades particulares del anciano.
En dicho plan participan:
- Equipo sanitario del centro.
- Equipo social del centro.
- El propio anciano atendido.
- La familia del anciano.
- Los cuidadores a domicilio (si existen).
También tiene cabida una valoración psicológica, por si fuese necesaria la intervención del correspondiente profesional.
Este entorno permite la inclusión del anciano, creándose un ambiente social y enriquecedor para ellos.

En resumen, los objetivos de los centros de día son proporcionar un entorno preventivo en el que se busca potenciar la autonomía mediante el trabajo profesional desde una disciplina social, sanitaria y psicológica, de modo que el anciano sigue en su entorno habitual, alejando así el ingreso en un centro geriátrico.
¿Qué se hace en un centro de día?
Como ya se ha comentado, el centro de día representa un punto intermedio entre vivir de forma autónoma en su domicilio habitual, o bien, pasar a vivir de forma permanente en una residencia.
Técnicamente el centro de día se define como:
«Centro gerontológico terapéutico y de apoyo a la familia que, de forma ambulatoria, presta atención integral y especializada a la persona mayor en situación de dependencia».
Rodríguez, P., 2004
Esto implica que los ancianos acuden al centro desde su domicilio en el cual siguen viviendo; el traslado al centro de día puede ser:
- por sus propios medios
- acompañado por sus familiares
- servicio de transporte (proporcionado por el propio centro)
La persona mayor permanece en dicho centro durante el día, normalmente desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde; estos centros suelen abrir de lunes a viernes.
Si bien estos son los horarios normales, la realidad es que hay una gran flexibilidad en cuanto a horas y días que el anciano puede asistir; no tiene que estar necesariamente todo el día, ni todos los días de la semana.
Las actividades que se llevan a cabo en el centro de día están destinadas a promover la autonomía del anciano, de modo que este pueda continuar viviendo en su casa.
En el centro además del correspondiente director del mismo, existen una serie de profesionales que se ocupan de desarrollar las distintas actividades que se proponen a los ancianos.
Dichos profesionales incluyen:
- Médico.
- Enfermera.
- Fisioterapeuta.
- Psicólogo.
- Terapeuta ocupacional.
- Auxiliar de enfermería.
- Trabajador social.
- Conductor de transporte.

Equipo técnico de un centro de día
Concretando las actividades que se llevan a cabo en un centro de día, en estas se incluyen:
- Actividades destinadas al fomento de de las capacidades físicas y mentales.
- Ejercicios destinados a retrasar el deterioro cognitivo y la aparición de enfermedades.
- Dinámicas y talleres que fomentan la socialización, lo que se traduce en una mejora anímica del anciano.
Un aspecto importante que hay que tener en cuenta cuando se elige un centro de día, es asegurarse la disponibilidad de:
- Servicios terapéuticos: apoyo para realizar actividades de la vida diaria, fomento de la movilidad física, rehabilitación funcional y cognitiva, así como otras actividades de ocio y entretenimiento.
- Servicios asistenciales: higiene personal, alimentación, acompañamiento al hospital, transporte o ayuda a domicilio, si es necesario.
Básicamente este es el funcionamiento de un centro de día; como ya se ha dicho, estos centros se caracterizan por su flexibilidad, de modo que si el anciano no quiere permanecer mañana y tarde, puede quedarse solo durante la mañana; otros, solo acuden determinados días a la semana.
En resumen, lo importante es elegir un centro donde se tenga la seguridad y la tranquilidad de que el anciano va a estar bien atendido, a la vez que el cuidador principal puede seguir con su vida, manteniendo su trabajando y teniendo tiempo para otras actividades ajenas al cuidado.
Nunca se debe olvidar que el cuidado de una persona mayor que cada vez va perdiendo más autonomía, cuando lo efectúa alguien sin la debida formación y sin tomarse los necesarios períodos de descanso, acaba provocando el denominado síndrome del cuidador.
El resultado de este síndrome es el agotamiento del cuidador, el cual al encontrarse sobrepasado por la situación no ofrece un cuidado de calidad, a la vez que ese estrés continuado acaba por afectar a su salud, tanto a nivel físico como emocional. Llegados a este punto, puesto que no suele haber nadie que cuide al anciano, este es ingresado en una residencia, con independencia desgraciadamente de si la persona mayor desea o no, acabar sus días en un centro geriátrico o en su domicilio.
Esta es la cruda realidad, de ahí la importancia de estos centros, pues permiten el cuidado del anciano, permaneciendo en su medio.
¿Cuál es el precio de un centro de día?
Responder a esta pregunta no es fácil, pues hay centros públicos, concertados y privados, con lo cual el punto de partida cambia radicalmente de unos casos a otros.
En lo que respecta a los centros públicos, la cuestión de la gratuidad o no, va a depender de las Comunidades Autónomas y también de las Administraciones Locales, es decir los Ayuntamientos.
Los centros públicos y los concertados, dependiendo de la comunidad autónoma y del ayuntamiento en cuestión pueden ser gratuitos o es posible que el usuario tenga que pagar una cierta cantidad, inferior por supuesto a la que pagaría en un centro privado.
Respecto a los centros privados, los precios varían de unos establecimientos a otros y también influye el uso que el anciano haga del centro.
En algunos centros de día privados, los precios rondan los 200 € (anciano que acude una mañana al mes) hasta los 800 € (jornada completa, incluyendo comida los 5 días de la semana).
En cualquier caso, es fundamental enterarse bien del precio, los servicios, la existencia de posibles ayudas o subvenciones o cualquier duda que pueda existir.
En cualquier centro, bien sea público, privado o concertado, no cobran por preguntar; así que para evitar sorpresas, que por lo general no suelen ser agradables, lo mejor es tener todo claro antes de proceder a solicitar la entrada en el centro.
En los centros públicos y concertados, es necesario rellenar la correspondiente solicitud y esperar la respuesta, que puede ser afirmativa o negativa, de acuerdo con el baremo que rige para la adjudicación de plazas en los distintos centros públicos.
En líneas generales, los requisitos para acceder a un centro público, son los siguientes (estos datos pueden variar en función de la comunidad autónoma o ayuntamiento donde se ubique el centro):
- Edad superior a los 60 años.
- Residir en la comunidad autónoma o estar empadronado en el ayuntamiento en el que se solicita la plaza.
- Padecer algún grado de dependencia o circunstancia social que aconseje la asistencia a un centro de día.
- No sufrir ninguna enfermedad infecto-contagiosa.
- No padecer trastornos mentales o de conducta que alteren gravemente la convivencia en el centro.
¿Qué ventajas aporta un centro de día?
Un centro de día aporta ventajas tanto para el anciano, como para su cuidador.
En la siguiente infografía se recogen tales ventajas:
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