Un nuevo artículo, dedicado en este caso a un tema que es una «mezcla» de otras temáticas ya abordadas en el blog: el «baby led weaning» (BLW). En este artículo se trata un tema, que si lo llamamos con la denominación con la que siempre se ha conocido, automáticamente todo el mundo conoce: la alimentación complementaria infantil. Ya hemos hablado de otros temas que tienen que ver directamente con la alimentación como son por ejemplo:
- La alimentación compulsiva.
- La celiaquía.
- Las alergias alimentarias.
- La alimentación y la caries.
También en otros artículos, se ha hablado de cuestiones típicamente infantiles; a modo de ejemplo:
- La crianza respetuosa.
- Los trastornos del espectro autista.
- Los niños y su convivencia con las pantallas a edades cada vez más tempranas.
- Los consabidos mocos.
En este caso, el baby led weaning difiere de la clásica alimentación complementaria infantil, en que es el bebé quien «elige» lo que come. Esta forma de alimentación está íntimamente relacionada con la crianza respetuosa.
Una vez dadas unas cuantas pinceladas sobre el tema a tratar, es ahora cuando «entramos en harina» y procedemos a desarrollar el tema con el detenimiento que merece.
¿Qué es el baby led weaning (BLW)?
El BLW es el inicio de la alimentación complementaria a los 6 meses, con las siguientes características:
- Se utilizan alimentos enteros, en lugar de triturados.
- Dichos alimentos han de tener la forma y el tamaño adecuados, para que sea el bebé el que los coja con sus manos.
- El niño lleva el alimento a su boca en función de su apetito y preferencias.
El BLW también se conoce como alimentación complementaria a demanda o alimentación complementaria autorregulada por el bebé.
Tanto la OMS, como la Asociación Española de Pediatría, establecen que la alimentación complementaria, especialmente si se va a llevar a cabo utilizando el método BLW, debe iniciarse a los 6 meses. En principio, el bebé desde que nace prácticamente está autorregulando su alimentación, pues cuando toma pecho o biberón, lo hace mientras le apetece; una vez que ya se encuentra saciado, deja de mamar. Con el BLW se pretende que el niño siga comiendo según sus necesidades, partiendo de unos puntos claves:
- La leche, bien materna o de fórmula, sigue siendo la base de la dieta.
- El niño recibe alimentos saludables, sanos y seguros, que van cambiando de unos días a otros.
- La comida se pone al alcance del niño, y es él, quién elige cuánto, cómo y qué es lo que va a comer.
La transición de la lactancia, bien sea exclusivamente materna, o mediante fórmula adaptada, a los alimentos familiares, lo que se denomina alimentación complementaria, normalmente abarca el período que va de los 6 a los 24 meses de edad.
Diferencias entre método BLW, método BLISS y método BLW mixto
El denominado BLW mixto, según muchos expertos no existe, o no puede considerarse BLW, ya que consiste en el empleo de los tradicionales purés y papillas que el niño ingiere mediante un cuidador que le da de comer.
Para algunos padres es una forma más fácil de que el bebé coma comparado con el BLW, y además, es una forma más limpia y sin riesgo de atragantamiento.
El empleo de los purés y papillas puede iniciarse antes de los 6 meses, el BLW no puede introducirse antes por unas razones que después se comentarán.
Por otra parte, el denominado método BLISS, se considera una evolución del BLW, siendo sus pautas fundamentales, las siguientes:
- Se ofrecen alimentos que el bebé puede tomar solo (piedra angular del BLW).
- Se ofrecen alimentos ricos en hierro en cada comida.
- Se ofrecen alimentos con una alta densidad energética en cada comida.
- Se ofrecen alimentos que se adaptan a la etapa de desarrollo del bebé, minimizando el riesgo de asfixia.
¿Cómo y cuándo empezar con el BLW?
En líneas generales, el BLW se puede poner en práctica a los 6 meses, aunque esta edad es aproximada; siempre hay que tener en cuenta el grado de desarrollo de cada niño, sin que esto implique ninguna repercusión en su posterior crecimiento.
Otro punto no menos importante es el que tiene que ver con los prematuros; en ellos, para introducir la alimentación complementaria, se aplicará la denominada edad corregida, la cual hace referencia a la edad que debería tener el niño si hubiese nacido en la fecha prevista del parto.
A modo de ejemplo, un niño que nace a los 8 meses, empezará a tomar alimentación complementaria a los 7 meses, en lugar de a los 6.
Tanto la OMS como la Academia Española de Pediatría y la Academia Americana de Pediatría, recomiendan mantener la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses.
Los requisitos necesarios para llevar a cabo el BLW con seguridad, se indican en la siguiente infografía:
Introducir el BLW antes de los 6 meses se asocia a diferentes riesgos, tanto a corto, como a largo plazo:
- Mayor número de gastroenteritis agudas, así como infecciones del tracto respiratorio superior.
- Posible atragantamiento.
- Sustitución de tomas de leche por otros alimentos menos nutritivos.
- Interferencia con el hierro y el zinc presentes en la leche materna.
- Mayor riesgo de destete precoz, con los riesgos añadidos que esto conlleva.
- Mayor riesgo de obesidad y / o diabetes tipo 1.
- Mayores posibilidades de desarrollar eccema atópico.
Por el contrario, retrasar la introducción de la alimentación complementaria después de los 7 meses, también se asocia a diversos problemas nutricionales:
- Deficiencias de algunos nutrientes tales como hierro y zinc.
- Mayor riesgo de alergias e intolerancias alimentarias.
- Mayor posibilidad de alteraciones en las habilidades motoras orales.
- Dificultad para aceptar nuevos sabores y texturas.
¿Cómo comenzar con el BLW?
Antes de entrar en mayores profundidades, conviene dejar clara una idea y es que cuando se introduce la alimentación complementaria, lo importante es que el niño adquiera una relación natural con la comida.
Esto tiene 2 importantes implicaciones:

- Una duda que puede surgir y que de hecho surge, tiene que ver con la forma y el tamaño de los alimentos ofrecidos al bebé. Es evidente, que el grado de madurez que tiene un niño de 6 meses, no es el mismo que corresponde a una criatura de 11 meses, por poner un ejemplo, y esto lógicamente condicionará el tamaño, así como la forma de los alimentos que puede coger y llevarse a la boca él solo, sin que surjan problemas.
- Inicialmente los alimentos deben ofrecerse en forma de palitos, tiras alargadas y gruesas, de modo que el niño, pueda agarrarlas con la mano y comer lo que sobresale.

Los alimentos cortados en tiras alargadas y gruesas, fáciles de masticar con las encías, son los más adecuados para comenzar el BLW
A medida que el bebé va creciendo y sus habilidades motoras se van incrementando, entonces es posible ofrecer la comida en trozos pequeños, sin que exista el riesgo de atragantamiento propio de etapas más tempranas.
¿Qué puede comer un bebé de 6 meses que hace BLW?
Aunque inicialmente pueda parecer que introducir el BLW, seguir con la lactancia y mantener un orden concreto a la hora de ir dándole los nuevos alimentos al bebé, puede parecer algo complicado, la realidad, es bastante más sencilla, si partimos de las siguientes premisas:
- La leche, preferiblemente materna, o si no es posible, de fórmula es el alimento base del niño desde los 6 hasta los 12 meses.
- Al niño se le ofrecen alimentos saludables, siendo éste quién elige cuáles consume y en qué cantidad.
- Un punto clave, los alimentos se le dan posteriormente a que haya tomado el biberón o el pecho.
Es obvio que no tiene ningún sentido seguir manteniendo el orden que marcan las clásicas tablas de introducir primero determinados alimentos y dejar otros para el final, en función de que puedan ser más o menos alergénicos.
Únicamente hay que tener una precaución para introducir determinados alimentos, a partir de una edad determinada, para evitar ciertos problemas que tienen que ver con su riesgo de infecciones, atragantamiento, digestibilidad, que son los siguientes:
- LECHE DE VACA.
- VERDURAS DE HOJA VERDE.
- MIEL CRUDA.
- PESCADO AZUL GRANDE, MARISCO.
- HUEVO CRUDO.
- FRUTOS SECOS.
Algunas puntualizaciones que parecen de sentido común, pero por si acaso no lo son, conviene recordar son las siguientes:
- No añadir sal o azúcar a los alimentos; si el bebé se acostumbra a comer sin sal o sin azúcar, de mayor lo agradecerá.
- Evitar alimentos salados.
- No establecer horarios rígidos de comidas.
- Permitir que el bebé coma en función de su apetito.
Antes de finalizar este punto, hay que tratar una cuestión que últimamente se ha convertido en algo polémica, y es cuántos alimentos nuevos ofrecer cada día al bebé.
Lo adecuado es introducir los alimentos nuevos uno a uno, esperar varios días por si hubiese alguna reacción alérgica, y si no la hay, transcurridos esos 2-3 días, introducir otro alimento distinto
.
¿Qué es mejor papilla o BLW?
Realmente no hay una respuesta válida y aplicable a todos los niños.
Cada niño y cada familia, en función de sus peculiaridades funcionará mejor con papilla, mientras que otros lo harán con BLW.
En este sentido, los abuelos o los cuidadores en la guardería, suelen preferir la opción de los triturados (las clásicas papillas) para paliar estos «miedos».
Si ambos (abuelos y cuidadores), reciben la información necesaria acerca de las precauciones que deben tenerse con el BLW (por ejemplo, no dar frutos secos enteros al niño), es probable que acepten este método sin mayores problemas.
Si tales miedos siguen existiendo, ya se ha comentado que no hay ningún problema en que el niño en unas comidas tome papillas y en otras se practique BLW. No hay que olvidar que la idea clave aquí, es que hasta los 12 meses, el alimento fundamental para el bebé es la leche, a ser posible, lactancia materna.
También es importante saber, que las papillas tienen unos inconvenientes y el BLW tiene otros, por lo tanto es conveniente conocer ambos. En el caso de las papillas, el riesgo es que aparezca el denominado «comedor pasivo«, que no es otra cosa que la persona que sigue comiendo mientras tiene comida en el plato, con independencia de que se encuentre más o menos saciado.

Esto es debido a que es bastante común, que al bebé se le esté dando de comer, mientras ve la televisión o se entretiene con alguna otra pantalla, con lo cual, no está atento a si tiene más hambre o no, simplemente mientras se le sigue ofreciendo comida, sigue comiendo.
Esta figura del comedor pasivo, también puede perdurar en la adulta, con el consiguiente riesgo de obesidad que conlleva.
La filosofía del BLW se basa en los siguientes puntos:
- Durante esta etapa de la vida del bebé, la nutrición se basa fundamentalmente en la leche.
- La introducción de los diferentes alimentos ha de hacerse respetando la etapa madurativa del niño, su apetito y de forma natural, para evitar así, posteriores aversiones nutricionales.
Es fundamental que el bebé, adquiera una relación natural con la comida, y para ello, nada mejor que predicar con el ejemplo: sentar al niño a la mesa y que coma la misma comida (con las precauciones debidas obviamente) que el resto de la familia.
Las claves del BLW se recogen en la siguiente infografía:
A continuación se recomiendan diferentes productos que son necesarios para poder practicar BLW.
Respecto a ti, que me lees habitualmente, ya sabes: si te ha gustado, comparte en las redes sociales y deja tu comentario. Gracias.
2 comentarios en «BLW: BABY LED WEANING, ¿MODA O BENEFICIO?»
He leído el post y está realmente bien.
Aquí dejo algunos consejos a la hora de empezar en el BLW:
– Empieza por alimentos que os hagan sentir muy seguros.
– Olvidaos de cuánto come.
– Haced a vuestro bebé partícipe del momento de la comida.
– No sentéis a vuestro a bebé a comer si tiene sueño.
– Antes de comer, siempre leche.
– Tened mucha paciencia.
Si queréis dejar sólo al bebé a la hora de utilizar esta técnica podéis usar vigilabebés con cámara para aseguraros que todo va bien – https://www.mundovigilabebes.es
Gracias Jesús por sus comentarios y sugerencias, que siempre ayudan a enriquecer el contenido del post.
Un cordial saludo