La palabra esquizofrenia, prácticamente a todo el mundo le suena a locura.
La sintomatología propia de esta enfermedad, unida al desconocimiento que tiene la población general sobre la enfermedad mental, han convertido al paciente esquizofrenia en el prototipo de «loco», usando esta palabra en el sentido más peyorativo de la misma.
Sería absurdo no reconocer que todos aquellos trastornos que tienen que ver con la salud mental, están mal vistos socialmente y tienen una connotación vergonzante.
Enfermedades como el trastorno bipolar, la nomofobia con esa desesperación que sufre el afectado cuando no tiene el móvil a mano o está en una zona sin cobertura, el pánico a conducir a pesar de tener el correspondiente carné, el llegar a casa y calmar la frustración o la ansiedad atracando el frigorífico, el estar en tratamiento con psicofármacos como los antidepresivos por ejemplo, son problemas que quien los sufre y su familia, tienden a ocultar a los demás.
La explicación es sencilla, todo lo que tiene que ver con la salud mental está estigmatizado, mal visto socialmente, y de ahí esa ocultación.
Casi que es más fácil que alguien portador de una colostomía, o que tras años de calvicie aparece luciendo un pelo frondoso y cuidado sin duda consecuencia de un injerto capilar, reconozca que en efecto, lleva una bolsa para la recogida de heces, o que ese pelo tan envidiable ha sido fruto de un proceso quirúrgico, a que admita que está yendo al psicólogo.
Otro ejemplo similar sería el de una persona que ha tenido los dientes torcidos o montados durante bastantes años, y de forma casi milagrosa, aparece luciendo una dentadura perfecta, por obra y gracia de una ortodoncia.
En general, buena parte de la población admite con facilidad que tiene problemas para dormir y recurre a plantas medicinales, por ejemplo, o que quiere perder peso y está siguiendo una dieta exótica que le ha ido bien a su vecina, como la dieta macrobiótica, o que está tan agradecido por el tratamiento que ha recibido en el hospital, que ha decidido hacer un regalo al médico que lo ha atendido, o incluso que está atravesando una época que requiere un gran esfuerzo mental y toma compuestos químicos para mejor su rendimiento.
Todo ello se suele reconocer de buen grado, pero aceptar que mentalmente no se está bien, ya es otra historia.
¿Qué van a pensar de mí, perderé mi trabajo, mis amigos querrán seguir viéndome?.
Y de esta forma se sigue alimentando el oscurantismo y la vergüenza tradicionalmente unidos a estos cuadros, oscurantismo y vergüenza que solo pueden superarse informando con claridad y sin amarillismo sobre estas patologías.
Sin más, una vez que se ha explicado el contexto que rodea a la esquizofrenia, va siendo hora de «entrar en harina» y desarrollar el tema con mayor profundidad.
¿Qué es la esquizofrenia?
La esquizofrenia es un diagnóstico psiquiátrico que abarca un amplio grupo de trastornos mentales crónicos y graves, caracterizado a menudo por conductas que resultan anómalas para la comunidad y una percepción alterada de la realidad.
Etimológicamente la palabra proviene del griego, y está formada por skhizein (escindir, separar) y phren (mente, alma, entrañas), por lo que esquizofrenia significa mente separada o escindida.
Esta denominación se introdujo hace un siglo para referirse a un conjunto de cuadros clínicos, caracterizados por una severa y duradera afectación de funciones psíquicas, que tienen que ver con el pensamiento, los afectos o los comportamientos.

¿En qué consiste la esquizofrenia?
Como ya se ha comentado, el significado de la palabra es «mente fracturada», lo que implica que se producen cambios en la estructura normal del pensamiento.
Técnicamente, la esquizofrenia pertenece a un grupo más amplio de trastornos mentales conocidos como PSICOSIS, las cuales se caracterizan por una afectación severa de la relación con la realidad.
Esa pérdida de contacto con la realidad, será la que justifique buena parte de la sintomatología que experimentan estos enfermos
.
En quienes padecen esta enfermedad, el pensamiento y la percepción, se desordenan, se confunden y acaban volviéndose caóticos, lo que hace que el enfermo difícilmente conecte con el medio que lo rodea.
En líneas generales, para la población general, que no tiene por qué conocer esta patología, no la conoce y además, la considera como algo vergonzante, alguien que ve y oye cosas que solo están en su mente, habla solo y tiene un comportamiento, un tanto «raro«, solo puede ser alguien que está loco.
El término esquizofrenia apenas tiene 100 años de vida pero esta enfermedad es tan vieja como el hombre, y hoy sabemos que aquellos a los que antaño se llamaba locos, lunáticos, poseídos, endemoniados y que, a veces, acababan en alguna hoguera o perseguidos y maltratados por el resto de las personas, no eran sino enfermos con esquizofrenia.
LA ESQUIZOFRENIA: DE LA INCERTIDUMBRE A LA ESPERANZA.
Para finalizar este punto, habría que hablar del denominado TRASTORNO ESQUIZOAFECTIVO, que se caracteriza porque el afectado muestra el pensamiento desorganizado propio de la esquizofrenia, a lo que hay que unir los cambios en el estado anímico que acompañan a procesos que afectan a dicho estado, como podría ser la depresión o la enfermedad bipolar.
¿Por qué se produce la esquizofrenia?
Interesante pregunta, aunque la realidad es que su respuesta no es fácil.
Aunque las causas exactas no se conocen, se admite que en el origen de la esquizofrenia se da una combinación de factores genéticos, química cerebral y factores ambientales. A continuación se revisan los principales factores implicados.
¿Qué pasa en el cerebro con la esquizofrenia?
Intentar explicar el funcionamiento del sistema nervioso, y por consiguiente del cerebro, no es tarea fácil, pero intentaremos hacerlo de la forma más sencilla posible.

En una persona son esquizofrenia, los cambios que ocurren a nivel cerebral serían de 3 tipos:
- Cambios químicos: elevación de los niveles de dopamina.
- Cambios estructurales: las distintas zonas del cerebro se ven alteradas, y este en su conjunto disminuye de tamaño (estos cambios no son específicos de la esquizofrenia).
- Cambios funcionales: tienen lugar fundamentalmente en la zona cerebral encargada del razonamiento, lo que se corrobora porque esta enfermedad tiende a ponerse de manifiesto en la adolescencia tardía, ya que es en esa época de la vida cuando esa parte del cerebro adquiriría su mayor funcionalidad, es decir, su mayor madurez.
Últimamente se habla de que también podría estar implicado otro neurotransmisor en esta enfermedad, que sería la SEROTONINA.
Esquizofrenia y genética
Actualmente está totalmente admitido que en el origen de la esquizofrenia, hay una implicación genética.
Los estudios disponibles apuntan a que no hay un único gen implicado; se trataría más bien de una combinación de genes que actuando por distintos mecanismos, aumentan la susceptibilidad de una persona para padecer esquizofrenia.
Esto explica que si en una familia uno de sus miembros padece que esquizofrenia, la posibilidad que tienen el resto de familiares de padecerla varía en función del grado de parentesco con el paciente.
En esta patología, se sabe que heredabilidad es del 80%.
En cualquier enfermedad, hay que interpretar lo que significa que sea hereditaria, o que tenga un componente genético. Ante una persona que haya heredado las diferentes alteraciones genéticas que tienen lugar en la esquizofrenia, si no se dan también determinadas condiciones ambientales, esa persona no acaba desarrollando la enfermedad; en este caso, la ya citada esquizofrenia.
Estudios recientes han identificado 2 genes hasta ahora desconocidos que aumentarían el riesgo de sufrir esquizofrenia y un tercero que conlleva riesgo tanto de autismo, como de esquizofrenia. La presencia de este tercer gen en una misma familia, implica que unos miembros de esa familia serán más propensos al autismo, mientras que otros lo serán a dicha esquizofrenia.
Otros estudios indican que los individuos con la forma más grave de la enfermedad (enfermos que no habían mejorado con el tratamiento convencional y que requirieron ingreso hospitalario) presentan un número significativamente mayor de mutaciones dañinas en genes que son relevantes en los trastornos neuropsiquiátricos.
Alteraciones durante el embarazo o el parto
Actualmente se admite que la importancia del embarazo en relación con la esquizofrenia, se justifica en base a una alteración del desarrollo cerebral del feto, el cual empezaría a ponerse de manifiesto durante el primer trimestre.
Otros autores opinan que las complicaciones que se pueden producir durante el parto y que supongan situaciones de hipoxia para el feto, así como las infecciones y malnutrición de la madre a lo largo del embarazo, también predisponen a la aparición de esquizofrenia.
Circunstancias ambientales
Se incluyen aquí una serie de factores que tienen que ver con las situaciones que ha vivido la persona, sin olvidar, que en la aparición de la enfermedad, existe una vulnerabilidad genética, que favorece su aparición.
Tales situaciones incluyen:
- Situaciones de pobreza o penuria económica, cuya relación es difícil de explicar; esta enfermedad es más común en personas con una situación socioeconómica difícil, lo que podría suponer que estarían sometidas a un mayor estrés y su nutrición no sería la adecuada; sin embargo, también se admite como explicación, el hecho de que la enfermedad con todas sus consecuencias, hace que estos enfermos acaben viendo mermada su situación socioeconómica.
- Es una patología más común en:
- Sujetos que viven en el medio urbano.
- Personas que viven en el hemisferio norte.
- Personas nacidas durante el invierno.
- Pérdida paterna temprana, bien por muerte o separación.
Drogas y otras sustancias tóxicas
Al comenzar el apartado dedicado al origen de la esquizofrenia, se ha comentado que en estos enfermos, hay un mal funcionamiento del cerebro.
Las drogas, entendidas como sustancias que actúan sobre el funcionamiento del sistema nervioso, obviamente van a favorecer la aparición de una esquizofrenia, en la medida que la droga en sí altera en funcionamiento de un cerebro que ya está funcionando de forma incorrecta por la propia enfermedad.
El consumo de cannabis en personas con una cierta vulnerabilidad genética al desarrollo de esquizofrenia podría aumentar sustancialmente el riesgo de la misma, adelantar su inicio y provocar un peor curso de la enfermedad con una sintomatología más grave y una peor respuesta al tratamiento farmacológico.
Luis F. Callado

Drogas y esquizofrenia
En general, el consumo de sustancias tales como la nicotina, el alcohol, el cannabis, la cocaína, los alucínógenos e incluso fármacos del tipo de los opiáceos, las cuales al ser consumidas por alguien predispuesto a padecer una esquizofrenia, pueden precipitar la aparición de esta, o incluso, en enfermos ya en tratamiento, interfieren en la eficacia de la medicación.
Especial mención merece el consumo de cannabis, el cual es consumido cada vez por más menores. Esta droga tiene un efecto nefasto sobre el sistema nervioso, con independencia de que quien lo consume tenga o no, una vulnerabilidad biológica para padecer esquizofrenia.
El consumo habitual de cannabis es negativo en muchos niveles, especialmente en el colectivo adolescente, ya que actúa sobre la zona cerebral que regula el placer y la recompensa, dificulta el aprendizaje, interfiere en el control emocional y en la regulación de estímulos.
Es el causante del síndrome amotivacional.
Miguel Álvarez de Mon
Incumplimiento del tratamiento
De entrada, cuando se habla de incumplimiento terapéutico en cualquier enfermedad, se hace referencia a un concepto más amplio que el de seguir al pie de la letra la toma de la medicación, tal y como el médico haya indicado.
Lo contrario del incumplimiento, obviamente, es el cumplimiento o adherencia terapéutica
, y hace referencia a:
- Seguimiento de la pauta posológica, lo que equivale a tomar la medicación siguiendo las indicaciones tal y como haya indicado el médico.
- Seguimiento de otras recomendaciones que pueden tener que ver con la dieta, la realización de ejercicio físico, no fumar, evitar el consumo de tóxicos, no consumir alcohol y similares.
La falta de concienciación podría provocar el incumplimiento terapéutico en pacientes con esquizofrenia, a lo que habría que unir los altibajos delirantes y la larga duración de la terapia.
¿Cómo es una persona que tiene esquizofrenia?
Explicar cómo es alguien que padece esquizofrenia, no es fácil, entre otras razones, porque su comportamiento va a depender de de lo más o menos controlada que esté la enfermedad, a lo que hay que sumar el hecho de que no todos los enfermos con idéntica patología, presentan los mismos síntomas. Dicho esto, vamos a intentar que la explicación sea lo más práctica posible.
¿Cómo es el inicio de la esquizofrenia?
La esquizofrenia tiende a presentarse en la adolescencia o en la edad adulta, con un rango de edad que oscila entre los 15 y los 30 años, aunque existen casos en los que se inicia en la infancia, mientras que en otros, aparece después de la treintena.
Afecta por igual a hombres y mujeres, aunque en los varones suele iniciarse en la tercera década de la vida, mientras que en las mujeres, se pone de manifiesto hacia finales de la tercera y primeros años de la cuarta década.
Es posible que la enfermedad debute con un cuadro brusco, en el cual los síntomas psicóticos agudos (alucinaciones, voces y otros síntomas más llamativos y característicos) de la esquizofrenia estén presentes.
Pero también cabe la posibilidad de que el enfermo experimente cambios que tienen que ver con su forma de ser, comportamiento, intereses (por ejemplo, aislamiento social, descuidos en su aseo y buena presencia, pérdida de interés por cosas habitualmente interesantes para él, ansiedad, ideas extrañas y obsesivas, insomnio, …) y el proceso se inicie de forma más lenta.
En la siguiente infografía se recogen cuáles son las distintas fases que aparecen en un cuadro esquizofrénico, cuáles son sus características y cómo evoluciona la enfermedad a lo largo del tiempo, teniendo en cuenta la cronicidad de la misma.
¿Qué síntomas aparecen en la esquizofrenia?
El tipo de síntomas que aparecen es sumamente variado, con el agravante además de que son muy subjetivos, con lo cual lo que relata el paciente es decisivo, sin que exista una prueba objetiva de comprobarlos imparcialmente; llegados a este punto la experiencia del profesional que atiende al enfermo, así como la información que proporciona la familia o los amigos, resultan básicos para saber si se está ante un cuadro de esquizofrenia.
En un intento por agrupar las diferentes manifestaciones anómalas que experimenta el paciente que sufre esta enfermedad, sus comportamientos pueden agruparse en 4 categorías; a saber:
- Síntomas que están ligados a la realidad que el enfermo vive.
- Síntomas relacionados con su lenguaje y su comportamiento.
- Problemas ligados a la memoria, la atención, o a otras funciones cognitivas, similares.
- Síntomas que tienen que ver con el estado anímico (ansiedad, depresión).
Los síntomas que aparecen en una esquizofrenia incluyen:
Delirios
También conocidos como ideas delirantes, hacen referencia a creencias falsas que el enfermo cree que están sucediendo, pero que realmente no están pasando.
Los delirios pueden ser de persecución, grandeza, perjuicio (el enfermo cree que alguien quiere hacerle daño o perjudicarle de algún modo), somáticos (según el enfermo tiene sensaciones extrañas en su cuerpo, las cuales para él son debidas a que alguien o algo intenta dañarle), erotomaníacos (el enfermo piensa que otra persona está enamorada de él), celotípicos (considera que su pareja le está traicionando), autorreferencialidad (el afectado considera que los otros hablan de él, e incluso la propia prensa).
Alucinaciones
Consisten en percepciones, bien de sonidos, visiones o sensaciones que no existen en la realidad, pero que el enfermo las vive como reales.
Tales percepciones tienen que ver con los órganos de los sentidos, pudiendo ser auditivas (voces que le hablan), tactiles (sensación de pinchazos, hormigueos, calambres, …), olfativas (olores extraños que le inducen a pensar que ha ocurrido algo raro), gustativas (sabores diferentes a los habituales de un alimento dado), visuales (ven cosas que el resto no ve).
Trastornos del pensamiento
El pensamiento por lo general pierde fluidez y coherencia, volviéndose desorganizado, con incapacidad para asociar ideas.
El afectado se queja de le resulta imposible concentrarse y realizar operaciones sencillas; esto suele traducirse en que cuando se expresa, sus frases son incoherentes.
Alteraciones del estado anímico
Estas alteraciones tienen que ver con lo que también se conoce como «aplanamiento afectivo«, una menor calidez y efusividad con familiares y amigos sin que haya ocurrido nada que lo justifique; puede producirse una desaparición de esas muestras de afecto, o incluso dificultad para demostrarlas.
En otras ocasiones aparece una total inexpresividad y desinterés por cuanto rodea al enfermo. Puede existir riesgo de suicidio.
Alteraciones en la conducta
Aquí pueden aparecer cambios diversos que van desde una dejadez por el aseo personal, aislamiento, falta de motivación, sensación de vacío, conducta extravagante, hablar solo, …
Problemas cognitivos
No es infrecuente que el enfermo presente dificultades para mantener la comprensión, la atención, la memoria e incluso el razonamiento.
A veces ciertas capacidades creativas y socialmente bien consideradas, también desaparecen.
A modo de conclusión de este punto y para que quede un poco más claro, se incluye una infografía resumen con la sintomatología propia de la esquizofrenia.
¿Miente una persona con esquizofrenia?
Interesante pregunta, ciertamente. Ya se ha mencionado, que en la esquizofrenia se distinguen 3 estadíos, caracterizados por una presencia más o menos florida de síntomas.
Las alucinaciones y los delirios, son vividos por el afectado como situaciones que ocurren en la realidad, no siendo el enfermo consciente de que todas esas voces, visiones y demás síntomas «anómalos» solo están teniendo lugar en su mente, y no en la realidad.
Por lo tanto, la persona con esquizofrenia no miente, no admite que todo eso que ha sucedido en sus fases de delirio y alucinación, ha ocurrido solo en su cerebro.
¿El paciente que sufre esquizofrenia sabe que su mente no funciona bien?
A diferencia de otras patologías tales como el cáncer de mama, la disfunción eréctil o el cáncer de próstata, por poner solo unos cuantos ejemplos, en las cuales el enfermo es consciente de que está pasando por un proceso patológico, en la esquizofrenia la situación no es exactamente así.
En el caso del paciente con esquizofrenia, pueden darse varias situaciones:
- Los pacientes con esquizofrenia muestran un déficit en la conciencia de enfermedad.
- Los pacientes con esquizofrenia en fase de remisión sintomática tienen una mejor conciencia de enfermedad, comparados con los pacientes en no remisión.
- Las relaciones entre la conciencia de enfermedad y la sintomatología están muy ligadas, como se ha señalado en los 2 párrafos anteriores.
¿Qué tipos de esquizofrenia existen?
No todos los pacientes diagnosticados de esquizofrenia presentan la misma sintomatología, ni dichos síntomas aparecen todos a la vez.
Es por ello, que dependiendo de los síntomas que predominen, y con fines investigadores que permitan un mejor conocimiento de la enfermedad, se distinguen varios tipos de cuadros esquizofrénicos:
- Esquizofrenia paranoide.
- Esquizofrenia desorganizada.
- Esquizofrenia catatónica.
- Esquizofrenia simple.
- Esquizofrenia residual.
- Esquizofrenia indiferenciada.
En la siguiente presentación interactiva se indican las principales características de cada uno de estos cuadros:
La esquizofrenia afecta al 1% de la población mundial, sin que existan diferencias debidas al sexo, la raza y la clase social. Suele aparecer entre los 15 y los 25 años en los varones, mientras que en las mujeres la edad de aparición oscila entre los 25 y los 35 años (son conocidas como de inicio tardío).
Es raro que esta enfermedad surja durante la infancia, antes de los 5 años; si aparece en esta etapa de la vida, la proporción es 2 a 1 (niños frente a niñas), aunque la proporción tiende a igualarse con la edad .
En la edad pediátrica, también se manifiestan las alucinaciones y los delirios propios de este cuadro:
- lo más habitual es que las alucinaciones sean de tipo auditivo, pudiendo percibirse como voces dentro de la cabeza del niño
- en lo que respecta a los delirios, estos pueden incluir preocupaciones corporales, miedo a ser visto o perseguido, miedo a ser víctima de algún complot o tener la sensación de poseer algún poder especial o místico
En los niños, antes de que aparezcan los síntomas propios de la esquizofrenia, puede haber existido alguna enfermedad o una complicación perinatal, alteraciones en el cerebro (tamaño y estructura), anomalías físicas menores, así como algún cuadro infeccioso durante la infancia.
¿Cómo se diagnostica la esquizofrenia?
El diagnóstico de la esquizofrenia se realiza en base a la historia clínica del paciente, pues no hay ninguna prueba específica, así como ningún test, en función de cuyo resultado, se pueda afirmar o negar si alguien sufre o no esta patología.
La historia clínica debe incluir historia médica general, historia clínica psiquiátrica e historia psicosocial y examen del estado mental.
Puesto que no siempre el posible enfermo está dispuesto a colaborar con el médico para efectuar el diagnóstico, toda la información proporcionada por el paciente, debe ser contrastada con su familia, pareja o personas del entorno inmediato.
Hay casos en los que el cuadro se inicia de forma repentina con un brote típico en el que están presentes los síntomas sicóticos habituales (delirios, alucinaciones, pensamiento desorganizado, ....), mientras que en otros casos el comienzo es más lento y con un cuadro menos llamativo que puede incluir aislamiento, descuido en su aseo, irritabilidad.
Evidentemente, la facilidad para establecer el diagnóstico, cambia de un caso a otro.
Recientemente se ha comprobado la utilidad de la huella dactilar como marcador de riesgo de esquizofrenia.
En este sentido los investigadores han comprobado que usando un algoritmo basando en inteligencia artificial, la huella dactilar de una persona con esquizofrenia alcanza una fiabilidad del 70% para distinguir entre alguien sano y alguien enfermo.
La huella dactilar sería simplemente un marcador de riesgo, indicativo de probabilidad de desarrollar la enfermedad; para su aparición debería existir un detonante ambiental que actuaría sobre una persona genéticamente predispuesta.
En el contexto actual, ante un primer brote psicótico, los psiquiatras han de esperar 6 meses para saber si es cuadro es debido a una esquizofrenia o a cualquier otra patología.
Por lo tanto, la utilidad real de esta herramienta radica en un acortamiento del tiempo de diagnóstico, lo que se traduce en un inicio más temprano del tratamiento.
¿Tiene tratamiento la esquizofrenia?
La esquizofrenia es una enfermedad bastante compleja, que afortunadamente tiene tratamiento, pero carece de curación.
El TRATAMIENTO
incluye:
- Intervención farmacológica (medicación).
- Psicoterapia.
- Intervención social.
Dicho tratamiento permite mantener la estabilidad del enfermo, frenar su deterioro y favorecer su integración social.
En la siguiente presentación interactiva se aborda el tratamiento farmacológico de esta enfermedad.
Una idea clave que no debe olvidarse: el seguimiento del tratamiento es fundamental para conseguir, ya que no es posible la curación del enfermo, SÍ su estabilización y evitar un progresivo empeoramiento que podría acabar con el enfermo acogido en un centro social o en la calle.
Dada la importancia del seguimiento del tratamiento para la estabilización del enfermo, recientemente se ha sacado una presentación inyectable de un antipsicótico ya existente, la denominada paliperidona, fármaco este que indicado en pacientes estabilizados que recibían el fármaco anterior vía parenteral, bien cada mes o cada 3 meses. El nuevo fármaco (Byannli) permite ser administrado 2 veces al año, es decir, cada 6 meses.
Por lo tanto, en aquellos casos en los que el paciente no esté dispuesto a implicarse de lleno en su tratamiento, será necesario contar con el apoyo de la familia para mantener dicho tratamiento. En este punto, hay un hecho importante que ha cambiado con relación a los últimos años.

Intervención psicosocial
Partiendo de la base de la enorme importancia que tienen los factores ambientales y sociales en el origen de la esquizofrenia, es lógico que al abordar su tratamiento este no pueda basarse únicamente en la toma de medicación.
Con esta intervención se pretende dotar al enfermo de una estrategia de afrontamiento, que le permita controlar el estrés.
Ahora bien, considerando que en esta enfermedad existe un componente genético importante, hay pacientes en los que dicho componente tiene más fuerza y en ellos se requieren menos factores externos para desencadenar un brote.
Mediante estas estrategias se pretende favorecer la integración social del paciente, la empatía y la adherencia al tratamiento, reconocer las emociones que pueden predecir un nuevo brote, para junto con la ayuda del profesional, poder prevenirlo. En definitiva, se pretende mejorar la calidad de vida del paciente.
Biodescodificación y esquizofrenia
Como no podía ser de otra forma, la esquizofrenia dadas las propias características de la enfermedad, es el terreno perfecto para ser presa de las pseudociencias.
En este caso, la que parece más «apta» para curar esta enfermedad sería la biodescodificación, también conocida como bioneuroemoción, la cual pretende explicar la sintomatología de la esquizofrenia, basándose en supuestos comportamientos aberrantes que tuvieron lugar en varias generaciones previas a la del enfermo.
Nada más que añadir.
¿Cómo tratar a una persona con esquizofrenia?
Las claves para cuidar y convivir con una persona que padezca esquizofrenia son las siguientes:
- Conocimiento de la enfermedad.
- Cuidado del lenguaje.
- Acompañar sin dramas.
- Evitar la protección excesiva.
- Terapia psicológica (para el familiar si la necesita).
Mitos sobre la esquizofrenia
Como ya hemos comentado la esquizofrenia es un severo trastorno mental crónico, que afecta a la forma en que la persona piensa, siente y se comporta.
Es por ello que es relativamente frecuente que los dibujos realizados por estos enfermos, muestren esa desorganización que existe en su pensamiento.
Por otro lado, la esquizofrenia ha sido una enfermedad muy poco conocida y muy temida. Sobre los enfermos se han dicho auténticas barbaridades, que tienen que ver con:
- Agresividad y otros comportamientos.
- Capacidades cognitivas del enfermo.
- Origen de la enfermedad.
- Gravedad de la sintomatología.
A su vez, ciertas noticias aparecidas en los medios de comunicación, no hacen más que ensombrecer el panorama, ya de por sí cargado de estigmas en relación estos enfermos.
En la siguiente infografía se muestran los principales mitos existentes sobre esta patología:
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6 comentarios en «LAS CLAVES DE LA ESQUIZOFRENIA»
Tengo una hija de 21 años a la que le diagnosticaron esquizofrenia paranoide hace 2 años.
Y necesito tener mas informacion para saber como ayudarla.
Gracias por su comentario Mirta.
El caso que me comenta es muy concreto. De hecho, dentro de las esquizofrenias, hay varios tipos. Lo más adecuado es que hable con el psiquiatra que la está atendiendo y él mismo le dará algunas pautas para poder ayudarla, o incluso podrá recomendarle algún libro escrito donde se aborde el tema, pero con un lenguaje y a un nivel que sea comprensible como para pacientes y población general.
Pero realmente,cada paciente es un mundo y quién mejor conoce a su hija, es el profesional que la está tratando; si quiere conocer más el tema, pregúntele sus dudas o dígale que le recomiende, como le he indicado algunos libros que traten sobre este problema, pero escritos en lenguaje paciente, es decir, dirigidos a población general, que son lo suficiente sencillos como para que quien no tiene una formación sanitaria, pueda entender el tema del que se trate sin ningún problema.
Un cordial saludo
buenas tardes, tengo un hermano que sufre de esquizofrenia 35 años ya, mi hermano no realiza ninguna actividad, en absoluto ni se preocupa por su aseo personal, ¿todavía tiene recuperación o no?, estuve leyendo los tipos de esquizofrenia y me parece que tiene esquizofrenia residual… me gustaria saber mas de su enfermedad para poder ayudarlo, gracias
Gracias Nadia por su comentario.
Bien, por lo que me comenta, yo lo que le aconsejo es que lo vea su médico de cabecera y el psiquiatra, porque probablemente no lo estará siguiendo ninguno. De este modo, el psiquiatra podría afinar el diagnóstico y si no tiene ningún tratamiento, y él lo ve oportuno podría pautarle alguno de los numerosos fármacos que han salido nuevos. Eso en cuanto a su hermano.
En cuanto a libros para comprender la enfermedad y poder ayudarle, en el post, al final hay un apartado de libros recomendados; en su mayoría todos están escritos en lenguaje paciente, es decir, van enfocados a población general, que no tiene conocimientos técnicos del problema y son fáciles de leer y entender.
Yo le recomendaría:
– ESQUIZOFRENIA: SU MEJOR GUIA.
– GUÍA PRÁCTICA PARA EL MANEJO DE LA ESQUIZOFRENIA.
– DIARIO DE UNA ENFERMEDAD MENTAL.
Cualquiera de los 3, yo los veo adecuados para familiarizarse con la enfermedad y saber cómo ayudar al enfermo.
Espero que mi respuesta le sirva de ayuda.
Un cordial saludo
Hola, buenas noche, tengo una hermana, que a los 25 años le detectaron esquizofrenia, estuvo medicándose, pero ahora ya no, porque le dieron de alta el psiquiatra ahora que tiene 70 años, veo en ella comportamientos raros, como que habla sola, piensa que se llevas sus cosas, tiene actitudes muy egoistas, siempre dice que no tiene dinero, lo cuaál esto último me parece un delirio. A veces pensamos que se hace la victima…..nos saca de cuadro y no sabemos como actuar con ella. A veces esta bien y otras insoportablemente. Queremos ayudarla. Gracias!
Gracias Silvia por su comentario.
Teniendo en cuenta la historia clínica que tiene su hermana, aunque en su momento le diesen el alta, lo más adecuado teniendo en cuenta que a veces tiene un comportamiento poco coherente, es que se lo comenten a su médico de cabecera, y este será quién debe valorar si necesita que la vea de nuevo un psiquiatra y le paute medicación si lo necesita.
Yo desde aquí me limito a transmitir información que procuro que sea lo más rigurosa y actualizada posible, pero la atención de cada caso particular, es siempre competencia del médico.
Lo que sí le aconsejo es que aunque tenga periodos de lucidez y comportamiento normal, si han observado comportamientos anómalos, lo comenten con su médico de cabecera sin demorar el tema.
Un cordial saludo