Un nuevo artículo dedicado en este caso, a cómo hacer un análisis de sangre. Frente a las diversas pruebas de distinta índole, especialmente pruebas de imagen, que permiten efectuar diagnósticos de patologías tumorales (mama, próstata), lesiones articulares, problemas de incontinencia, o comprobar el funcionamiento del sistema nervioso en el caso enfermedades de dudosa etiología como la fibromialgia, los análisis de sangre vienen usándose desde hace ya bastante tiempo.
No es menos cierto, que a medida que ciencias como la bioquímica han ido evolucionando, y se han encontrado compuestos muy específicos medibles en sangre, los denominados marcadores, la complejidad de los análisis sanguíneos y la información obtenida a partir de ellos, se ha ido amplificando.
Un ejemplo de esos marcadores sería el denominado antígeno prostático específico, más conocido por sus siglas en inglés PSA, cuyo valor elevado hace sospechar un tumor prostático o una hipertrofia benigna de próstata. Qué decir de la utilidad de una analítica de sangre cuando se sospecha una desnutrición, fruto de seguir alguna dieta «exótica» (macrobíótica, detox, ….) o de comportamientos que casi se solapan con los trastornos de la conducta alimentaria, como la alcohorexia.
Sería una injusticia total y absoluta, no citar la importancia de una analítica de rutina para detectar un problema hepático (transaminasas elevadas) o un fallo renal (creatinina elevada). Es evidente pues, que la utilidad de los análisis de sangre está cada día más demostrada.
Una vez planteado ya el tema y señaladas someramente sus numerosas posibilidades, «entramos en harina» para abordar con mayor amplitud.
¿Qué es un análisis de sangre?
El análisis de sangre es una de las pruebas médicas más utilizadas para controlar la salud de una persona. Es un procedimiento muy sencillo, consistente en extraer una pequeña cantidad de sangre venosa
del paciente, la cual es llevada posteriormente al laboratorio, donde se analiza y se determina su composición. La mayoría de los análisis se hacen usando sangre venosa, salvo algunas determinaciones muy específicas como sería la gasometría arterial, la cual requiere que la sangre proceda de una arteria, con objeto de medir los niveles de dióxido de carbono, los cuales están muy ligados al funcionamiento del pulmón. Una analítica de sangre proporciona una gran cantidad de información, la cual puede englobarse en dos grandes grupos:
- Células sanguíneas.
- Sustancias químicas, muy diferentes en cuanto a estructura y función.
A partir de esta información es posible detectar cómo está funcionando el organismo, pudiendo diagnosticar de forma precoz enfermedades de muy diverso tipo: desde una anemia, hasta un cáncer.
¿Qué análisis son en ayunas?
Habitualmente cuando alguien acude a hacerse un análisis, una de las primeras cosas que le advierten es que debe ir en ayunas.
El ayuno previo al análisis consiste en no beber, ni comer nada durante un período de tiempo determinado, normalmente dicho período de tiempo se empieza a contar a partir de la cena del día anterior, siendo aconsejable respetar entre 8 y 12 h sin tomar nada.
Durante el tiempo de ayuno puede beberse agua, únicamente en cantidad necesaria como para saciar la sed; su consumo en grandes cantidades puede alterar los resultados de la analítica. Los análisis sanguíneos más frecuentes que requieren estar en ayunas son los siguientes:
- Medición de la glucosa.
- Medición del colesterol.
- Medición de los triglicéridos.
- Medición de la calcitonina.
El tiempo de ayuno varía según los compuestos a medir:
- Glucocemia: 8 h (adultos) y 3 h (niños)
- Colesterolemia: 12 h
- Trigliceridemia: 14 h
Sin embargo esta situación ha cambiado afortunadamente, gracias a diferentes estudios llevados a cabo en diferentes hospitales. Según una declaración de consenso internacional firmada por expertos europeos, australianos y estadounidenses:
La investigación evidencia que los niveles de colesterol y triglicéridos son similares tanto si se ayuna como si no, y sugiere que no es necesario que los pacientes ayunen antes de realizar las pruebas. Esto mejorará el cumplimiento de los tratamientos preventivos que tienen por objetivo reducir el número de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, las principales causas de muerte en el mundo.
Dr. Emilio Ros (Hospital Clinic Barcelona)
Considerando las determinaciones que se piden en un análisis habitual, la glucosa sería la única que se vería afectada si el paciente no está en ayunas, pero esto se solventa midiendo la hemoglobina glucosilada, que es el parámetro usado para controlar la diabetes. En cualquier caso, ante una duda sobre si es necesario estar en ayunas o no, para una determinada analítica, lo más idóneo es preguntar en el centro donde se vaya a efectuar el análisis o en un laboratorio próximo.
¿Cómo realizar un análisis de sangre?
El proceso para realizar un análisis de sangre es muy sencillo como se describe a continuación. Cuando un paciente acude su médico, este puede solicitar una analítica por varias razones:
- Para comprobar el estado de salud de la persona, tras un tiempo considerable sin haberse realizado ningún análisis de sangre (por pura rutina).
- Para verificar la eficacia de un tratamiento instaurado para tratar una enfermedad previamente diagnosticada (seguimiento de una patología en tratamiento).
Para tener una información basada en datos de cómo está funcionando el organismo, cuando el paciente comenta a su médico la presencia de diversos síntomas (prueba básica que proporciona información sobre sustancias del organismo).
Dependiendo de los datos solicitados, esa analítica será más o menos completa, como se verá más adelante.
¿Cómo prepararse para ir a hacerse un análisis de sangre?
En principio la preparación es sencilla. En líneas generales las pautas a seguir serían:
- Acudir en ayunas desde la noche de antes, aunque este punto como ya se ha visto es un tema que realmente sólo tiene utilidad en determinaciones muy concretas. Es más una costumbre que otra cosa.
- Cenar ligero la noche anterior, evitando el alcohol como se verá más adelante al analizar los factores que pueden influir en la fiabilidad de los resultados analíticos.
- Llevar ropa cómoda que permita dejar el brazo al descubierto para proceder a la extracción sanguínea.
Si el médico establece algún requerimiento más, obviamente habrá de cumplirse.
Extracción sanguínea: ¿cómo se efectúa?
Para extraer la sangre necesaria para la analítica, que puede ser mayor o menor, dependiendo de lo que el médico haya pedido, el procedimiento es el siguiente:
- El usuario o paciente permanecerá sentado o recostado sobre una camilla durante el tiempo que dura la extracción.
- Seguidamente extenderá su brazo, mientras el enfermero palpa la zona, hasta encontrar una vena en buen estado.
- Una vez localizada la vena, dicho enfermero colocará una goma elástica por encima del punto de punción, con la finalidad de que la vena se llene de sangre, y seguidamente desinfectará la zona empleando una gasa o algodón empapados en alcohol.
- A continuación, procederá a la punción y extraerá la sangre, la cual será vertida en los correspondientes tubos.
- Hecho esto, dicho enfermero procederá a quitar la goma, colocará una gasa en el punto de punción y dirá al paciente que presione para evitar que siga saliendo sangre.
- Generalmente, se suele cubrir la zona de la punción con un apósito estéril.
A grandes rasgos, esos son los pasos a seguir cuando se efectúa la extracción de sangre. Si no se encontrase una vena en buen estado en la zona del codo, el enfermero irá buscando alguna vena que reúna las condiciones a lo largo del brazo, en dirección a la mano.
Cuanto más abajo se efectúe la punción, mayor será la sensación dolorosa, pues a medida que nos acercamos a la mano, el número de receptores del dolor es mayor, lo cual hace que las extracciones en la propia muñeca o incluso en la mano, si llegase el caso, sean más molestas.
Manipulación de la muestra
Una vez que se tiene la sangre ya en la jeringa, esta se vierte en los diferentes tubos, los cuales se diferencian básicamente por el color del tapón. En el siguiente vídeo, se explican los diferentes tubos existentes, sus diferencias y su forma de manipulación. Una vez llenados los tubos correspondientes, se procede a identificarlos con su correspondiente pegatina
, para saber a qué paciente pertenecen y a continuación los tubos pasan ya al laboratorio, que es donde propiamente se efectúa la analítica.
¿Dónde y quién realiza un análisis de sangre?
Los análisis de sangre pueden ser realizados al igual que cualquier otra prueba, más o menos sencilla, en ambulatorios u hospitales bajo prescripción médica, pero también son muy habituales en las unidades de urgencias y se llevan a cabo por profesionales que estén en posesión del correspondiente grado de enfermería.
La realización de un análisis de sangre se efectúa en un laboratorio de análisis clínicos. Habitualmente, el usuario, el paciente o la persona que va a hacerse la analítica, acude al laboratorio, casi siempre, por la mañana, y allí se realiza la extracción de la muestra de sangre
, que podrá ser mayor o menor, en función del número de determinaciones que se incluyan en la petición de la analítica. Teniendo en cuenta que hay una serie de factores que pueden interferir en los resultados, es necesario conocerlos y ponerlos en práctica si se quiere que los resultados de la analítica sean fiables
.
¿Es posible hacer un análisis de sangre a domicilio?
La respuesta a esta pregunta es que sí. De hecho, cada vez es mayor el número de laboratorios privados que ofrecen este servicio. Por problemas de tiempo, movilidad (el caso más típicos, son los ancianos y su miedo a las caídas) o incluso, por simple vergüenza, como podría ocurrir en aquellos casos en los que se sospecha una infección de transmisión sexual, o también en situaciones ligadas a problemas de fertilidad, son casos en los que el usuario prefiere que vaya un profesional del laboratorio a hacer la extracción sanguínea a su domicilio.
Lo más habitual es que el interesado concierte una cita con el laboratorio, de forma que el día acordado, personal del laboratorio acuda al domicilio del usuario. Es una obviedad, pero aún así conviene recordar, que todas las indicaciones que se han dado respecto a los factores que influyen en el resultado de la analítica, también han de tenerse en cuenta, aunque la extracción sanguínea se efectúe a domicilio.
¿Es posible efectuar un análisis de sangre sin agujas?
Hay un considerable número de personas a las que solo ver una aguja y pensar que les tienen que pinchar, les causa auténtico pavor. Son los sujetos que sufren de tripanofobia
, la cual se define como el miedo a las agujas. En definitiva una fobia más, como la amaxofobia y la nomofobia, que implica un enorme sufrimiento cuando el afectado tiene que enfrentarse a ese objeto o circunstancia que le provoca el miedo irracional, propio de estos cuadros.
Volviendo al tema de quienes tienen auténtico terror a las agujas y para los cuales una extracción sanguínea, les supone una situación de intensa ansiedad, podría decirse que están de suerte. Y es que cada día van saliendo diferentes dispositivos que evitan el pinchazo o minimizan las molestias de este.
- Una de las opciones disponibles, desarrollada por investigadores biomédicos israelíes, consiste en un microscopio especial con un dispositivo óptico que ofrece resultados de sangre en tiempo real, sin utilizar medios invasivos.
- Otra opción, es el denominado dispositivo TAP, aprobado por la FDA nortemaericana, consistente en un sistema compuesto por microagujas que perforan la capa superior de la piel, pero el paciente ni ve, ni nota la extracción de sangre. Este sistema se coloca en la parte superior del brazo y se deja ahí durante unos minutos para extraer sangre. Permite extraer
100 microlitros de sangre
, lo cual es una cantidad considerada suficiente para efectuar pruebas médicas.

Dispositivo TAP
¿Qué detecta un análisis de sangre completo?
A grandes rasgos un análisis de sangre completo, puede ser tan completo, valga la redundancia, como el médico que lo solicita quiera. Pero, hecha esta puntualización, lo más habitual es que un análisis de sangre completo incluya los perfiles que se indican en la siguiente infografía:
Detección de drogas
En lo que respecta a la detección de drogas en una analítica de sangre, en principio hay que hacer varias puntualizaciones, que se verán seguidamente. Hechas estas consideraciones iniciales, tal detección solo se efectúa en casos concretos, tales como:
Determinados colectivos (estudiantes, presidiarios, deportistas, ...).
Personas con determinados puestos de trabajo (pilotos, conductores profesionales, ...).
Personas implicadas en accidentes laborales o de tráfico.
Intentos de suicidio poco claros.
Por orden judicial en personas que están en programas de tratamiento, o con libertad condicional.
Procesos en los que se dirima la custodia o patria potestad sobre un menor, con objeto de determinar si quienes tienen derecho a ella, consumen o no.
Personal de las fuerzas armadas.
Estas detecciones pueden requerir el consentimiento de la persona y solo permiten determinar un número determinado de sustancias. Es evidente que no todos los consumos de sustancias ilegales, van a ser detectados. Normalmente, los compuestos que se detectan, incluyen:
- Alcohol.
- Opiáceos y compuestos semisinténticos.
- Marihuana.
- Cocaína.
- Anfetaminas.
Igualmente pueden determinarse medicamentos con acción sobre el sistema nervioso, lo que incluye fármacos tipo benzodiazepinas y barbitúricos.
Otro punto no menos importante, que solo se va a mencionar, aunque sin desarrollarlo, es que cada una de las sustancias mencionadas permanece durante un tiempo concreto en sangre, (o en otros lugares como pelo u orina) transcurrido el cual su detección ya no es posible.
De lo expuesto hasta aquí, es fácil deducir que un análisis de sangre normal, hecho en la mayoría de los casos por mera rutina para comprobar el estado de salud de una persona concreta, no detecta drogas.
Detección de embarazo y otras situaciones ligadas a él
- Conocer el sexo del bebé.
Se efectúa mediante un análisis del ADN del feto en sangre materna. Es una prueba indicada a partir de la octava semana de embarazo y no conlleva ningún riesgo para el niño.
- Otras pruebas más completas, que aportan más datos.
Test para detectar anomalías cromosómicas en el feto por análisis del ADN de este en sangre materna. Esta analítica en concreto, aporta información sobre alteraciones en el número de cromosomas de un individuo
, bien sea por exceso o por defecto, alteraciones que se asocian siempre a discapacidad física, mental o ambas. Un ejemplo sería de esta anomalía sería el síndrome de Down. Más datos que aporta dicha analítica son los relativos a alteraciones cromosómicas
, como pérdidas o ganancia de pequeños fragmentos de cromosomas, los cuales pueden afectar negativamente al desarrollo del cerebro y de otros órganos.
Tipos de análisis de sangre
Los tipos de análisis de sangre son muy variados. Hay que partir del gran avance que se ha producido en las técnicas analíticas
, que permiten detectar multitud de compuestos en sangre. El mayor conocimiento de la fisiopatología de las enfermedades, es decir, de qué fallos se producen en una determinada función, como consecuencia de los cuales aparezca una enfermedad determinada, permite solicitar la medición de determinados compuestos químicos que tienen que ver con esas patologías concretas. Un análisis de sangre proporciona información referente a:
- Células sanguíneas.
- Compuestos químicos: enzimas que intervienen en reacciones químicas, sustancias de desecho que resultan del funcionamiento del organismo, anticuerpos que guardan relación con infecciones o enfermedades del sistema inmune (incluidas aquí también algunas enfermedades cancerosas), sustancias que forman parte del material genético, hormonas que se necesitan para que se produzcan numerosos procesos fisiológicos, …
En definitiva, en un análisis de sangre pueden medirse muchos biomarcadores, que son fundamentales para conocer cómo está funcionando el cuerpo. La pregunta siguiente sería: ¿qué es un biomarcador?.
Pues un biomarcador es una sustancia que indica un estado biológico.
Un biomarcador puede usarse para detectar una enfermedad, o también comprobar cómo evoluciona dicha enfermedad una vez que ha sido diagnosticada.
Retomando el tema nuevamente y centrándolo en los análisis de sangre, dependiendo de lo que se mida, así será la información obtenida. Entre los numerosos tipos de análisis sanguíneos, seguidamente se abordan algunos de ellos.
Hematología completa
Una hematología completa es un estudio de laboratorio que informa sobre la cantidad y distribución porcentual de las distintas células sanguíneas, el valor de hemoglobina y otros índices. En esta analítica, la muestra debe ser tomada en un tubo que contenga anticoagulante, el cual es una sustancia que evita que la sangre se coagule y posibilita que puedan ser estudiadas las diferentes células sanguíneas.

Tubo con anticoagulante
Una hematología completa, también conocida como hemograma, proporciona numerosa información. Este tipo de análisis permite detectar un amplio abanico de enfermedades
, que incluyen:
- Enfermedades oncológicas.
- Leucemia: tipo de cáncer originado en
los tejidos de la sangre, la médula ósea y el sistema linfático
. - Linfoma:
crecimiento maligno de linfocitos
, los cuales son unas células que forman parte del sistema inmune. - Mieloma: cáncer de médula ósea producido por la
degeneración maligna de las células plasmáticas
presentes en dicha médula.
- Leucemia: tipo de cáncer originado en
- Otras patologías.
- Trombosis: enfermedad causada por un
coágulo de sangre
presente en las venas profundas del cuerpo, que generalmente tiene lugar en las piernas. La más común es la denominada trombosis venosa profunda. - Anemia: afectación caracterizada por una falta de glóbulos rojos, lo que se traduce en que los diferentes tejidos corporales
no reciben la cantidad adecuada de oxígeno
; normalmente es característica una bajada de los niveles de hemoglobina en sangre, que origina cansancio y debilidad, entre otros muchos síntomas. - Enfermedades hemorrágicas: son debidas a problemas que afectan al
proceso de coagulación
sanguínea. Puede haber un intenso sangrado tras producirse una herida abierta. Su origen puede deberse a enfermedades muy diversas. - Síndrome mielodisplásico: es un
grupo de cánceres que interrumpen la formación de las células sanguíneas en la médula ósea
; dichas células no maduran hasta convertirse en células maduras valga la redundancia y saludables, lo que hace que el organismo no funcione de manera adecuada. Actualmente no hay una causa definitiva de esta enfermedad. - Neutropenia: esta denominación hace referencia al cuadro que tiene lugar cuando la
cantidad de glóbulos blancos en sangre es muy baja
; en esta situación, cualquier infección por leve que sea, puede provocar un severo proceso infeccioso en la persona afectada. - Trombocitopenia: es una enfermedad caracterizada por un
número muy reducido de plaquetas en sangre
. Puede producirse, bien por trastornos que afecten a la médula ósea, o bien, al sistema inmunológico.
- Trombosis: enfermedad causada por un
Panel metabólico básico
También conocido como perfil metabólico básico
. En esta analítica se miden 8 compuestos químicos, que aportan una información fundamental para evaluar importantes funciones del organismo. Estas determinaciones informan sobre:
- El nivel de azúcar en sangre.
- El equilibrio de electrolitos y líquidos del cuerpo.
- La actividad del riñón.
El nivel de glucosa en sangre, indica la disponibilidad que tiene el cuerpo, en cuanto a energía, a la vez que detecta una posible diabetes.
Los electrolitos (calcio, sodio, potasio, dióxido de carbono y cloruro) son los responsables del mantenimiento del equilibrio de los líquidos del organismo, así como del equilibrio ácido-base. En definitiva, permiten que el organismo funcione normalmente
, incluyendo en esa normalidad:
- Ritmo cardíaco.
- Contracción muscular.
- Funcionamiento cerebral.
El denominado nitrógeno ureico en sangre, también conocido mediante las siglas BUN y la creatinina aportan información sobre el funcionamiento renal. Unos resultados anómalos en esta analítica permite detectar fundamentalmente 3 grupos de patologías:
Análisis de sangre oncológicos
Una analítica de sangre, midiendo las células o sustancias apropiadas, también tiene utilidad para diagnosticar un cáncer.
No obstante, es muy común que tras detectar un determinado tipo de cáncer en una analítica, posteriormente sea necesario realizar una biopsia, que simplemente es un examen microscópico de un trozo de tejido o una parte de líquido orgánico, extraído de un ser vivo. Volviendo al tema de los análisis de sangre, en dicho análisis para diagnosticar un cáncer, pueden examinarse:
- Células sanguíneas.
Un hemograma permite detectar los diferentes cánceres sanguíneos, como ya se ha dicho anteriormente.
- Proteínas sanguíneas.
Examinando las distintas proteínas sanguíneas, se pueden encontrar aquellas proteínas del sistema inmune que combaten los gérmenes
. El mieloma múltiple (una forma de cáncer sanguíneo) puede diagnosticarse de esta forma.
- Sustancias químicas producidas por células cancerosas.
Estos son los denominados marcadores tumorales, los cuales aportan información sobre el tipo de cáncer, su grado de malignidad, los tratamientos que podrían ser útiles, o en los casos en los que el cáncer ya está siendo tratado, permiten verificar la eficacia del tratamiento. Sin embargo, no todo es tan sencillo, pues hay células sanas que producen estos compuestos químicos, o a veces, la presencia de un determinado marcador no es indicativa de un cáncer, sino de otro cuadro patológico no oncológico.
En la siguiente presentación interactiva, se indican algunos de los marcadores tumorales más solicitados.
- Células cancerosas.
La ciencia actual permite detectar en sangre células cancerosas, las cuales se han desprendido de su lugar de origen. Su utilidad fundamental es tras el diagnóstico del proceso tumoral
. Actualmente se usan en determinados cánceres: mama, colon y próstata.
- Material genético de células cancerosas.
A día de hoy, también es posible detectar en una muestra de sangre, pequeños trozos de ADN de células tumorales. En personas con patologías oncológicas, estas pruebas permiten conocer las alteraciones genéticas presentes en células cancerosas. Por último, las últimas investigaciones han encontrado un nuevo análisis de sangre que detecta el cáncer en personas con síntomas, que suelen pasar desapercibidos.
La innovación que supone este análisis es que permite detectar tempranamente el cáncer en personas con síntomas inespecíficos, tales como la pérdida de peso o la fatiga. Otra de sus ventajas, es que sin saber el origen del cáncer, permite conocer si este se encuentra de forma localizada, o bien, está en fase metastásica.
En principio estos resultados prometedores, requieren más estudios, los cuales habrán de efectuarse incluyendo un mayor número de personas, con objeto de confirmar los resultados y la utilidad a nivel clínico. A modo de esquema, en la siguiente imagen se indican los distintos parámetros que pueden determinarse en un análisis de sangre oncológico.

Determinaciones que se pueden realizar en un análisis de sangre oncológico
¿Cómo leer un análisis de sangre?
La interpretación de un análisis de sangre, con independencia de la complejidad y extensión del mismo (perfil básico, perfil hormonal, perfil completo, marcadores tumorales, …) requiere de unos conocimientos sanitarios mínimos.
Para empezar, hay que saber qué indican las distintas determinaciones que aparecen en un análisis. Por ejemplo:
- ¿Con qué guarda relación la hemoglobina?
- ¿Qué indica una subida en el nivel de urea?.
- ¿Qué significa que los niveles de sodio, potasio u otros electrolitos estén fuera de los rangos de normalidad?.
Evidentemente, quién debe saber «leer ese análisis» y explicar el significado de los diferentes datos que aparecen, es un profesional sanitario
, que conozca qué función tienen en el organismo las sustancias analizadas y las posibles repercusiones o patologías que se asocian a unas cifras superiores o inferiores a las normales. Por lo tanto, un enfermero, un farmacéutico o un médico, a grandes rasgos, son los 3 profesionales capaces de interpretar esa sucesión de nombres y números que aparecen en el resultado de una analítica.
Dentro de este cuadro de profesionales válidos en principio, el médico que ha solicitado esa analítica, es la persona más idónea para interpretar los datos, ya que él, conoce la historia clínica de esa persona, y por lo tanto, sabe por qué es conveniente medir el colesterol, la ferritina o el antígeno prostático específico, por citar solo algunos ejemplos.
En muchos casos, el resultado de una determinación por sí sola, más allá de indicar si esta sustancia está en el rango de normalidad, por encima o por debajo del mismo, no dice gran cosa.

Habitualmente cuando el paciente acude a su médico y le comenta la presencia de determinados síntomas, éste en función de ellos, pide una analítica que incluya determinados compuestos o células sanguíneas
, con el fin el fin de confirmar o descartar una posible enfermedad.
Es muy probable que se necesiten posteriormente otras analíticas que midan sustancias relacionadas y otras pruebas, probablemente pruebas de imagen, desde una simple radiografía, una resonancia o pruebas más complejas. Una vez solicitada la analítica, se plantean dudas diversas, tales como si es necesario estar en ayunas
antes de la extracción sanguínea, es posible hacerse el análisis teniendo la regla
, puede consumirse alcohol
la noche de antes, … Conviene aclarar que hay una serie de factores que pueden incidir en los resultados de un análisis, haciendo que dichos resultados sean fiables o no.
Factores que interfieren en los resultados de un análisis de sangre:
¿Qué significan los asteriscos?
Interesante pregunta, pues es lo primero que llama la atención cuando se ven los resultados de una analítica, y la persona que ve dichos resultados no tiene formación sanitaria, ni tiene porqué tenerla.
Dicho esto, abrir el sobre que contiene los resultados del análisis, ver que determinados parámetros van acompañados por un asterisco, y empezar a sudar, es algo casi automático para buena parte de la población. Simplemente ese es el significado de los asteriscos, que un determinado valor está fuera de los límites de normalidad; pero como se acaba de señalar en el apartado anterior, hay factores que influyen en las resultados de la analítica.
Si tales factores no se han tenido en cuenta previamente, no es de extrañar que los resultados estén fuera de la normalidad y aparezca el citado asterisco.
Es cierto que en ocasiones, un valor anómalo
puede considerarse un factor de riesgo para que más adelante aparezca una determinada enfermedad. Hay otros casos en los cuales las cifras anormales
ya son propias de una determinada patología. Por lo tanto, ante esos asteriscos o estrellas que aparecen a veces en los resultados de una analítica, no hay que asustarse. Es el médico el que debe interpretar esos resultados.
Normalmente, dicho profesional conoce la medicación que toma el paciente y sabe si alguno de esos medicamentos puede interferir en los resultados. Si esos valores, indican un mayor riesgo para sufrir una patología, como ocurre con el colesterol y las enfermedades cardiovasculares, muy probablemente, establecerá un tratamiento farmacológico
y unos cambios en el estilo de vida
. Y por supuesto, si no tiene claro a qué es debida esa anormalidad, pedirá más pruebas o derivará al especialista oportuno. Hecha esta aclaración, otras posibles elucubraciones son ganas de calentarse la cabeza y estresarse innecesariamente.
¿En cuánto tiempo se tienen los resultados?
En principio, la respuesta más sincera sería un «depende». ¿Y de qué depende? Hay diferentes factores que influyen en la rapidez con la que obtienen los resultados:
- Las determinaciones en sí.
A modo de ejemplo, los resultados de un análisis de rutina, se pueden tener perfectamente en el mismo día; ahora bien, si alguna de las determinaciones solicitadas incluye un «cultivo de la sangre en un determinado medio» para ver si están presentes ciertas bacterias, ese análisis puede demorarse 2 ó 3 días que es el tiempo más común para que las bacterias crezcan, aunque hay algunos microorganismos infecciosos que requieren 10 días, e incluso 30 días para aparecer.
- La infraestructura del laboratorio.
Actualmente se dispone de analizadores que permiten procesar un considerable número de muestras de forma automatizada en X horas. No es comparable un pequeño laboratorio con el laboratorio de un hospital, aunque ciertamente a la hora de renovar equipos, se tiende a adquirir máquinas más sofisticadas y más rápidas. En los hospitales, donde es muy probable que el laboratorio esté robotizado, la capacidad de procesamiento de muestras es enorme y el tiempo necesario para que los resultados estén disponibles se reduce considerablemente. Un ejemplo sería el caso que recoge esta noticia: «Los resultados de un análisis de sangre en apenas 45 minutos.«
En general, buena parte de los laboratorios tienen los resultados disponibles al cabo de 24 o 48 horas, salvo que se trate de ciertas determinaciones que por sus propias características, requieran de varios días, como ya se ha indicado.
En la sanidad pública, y fundamentalmente a nivel de Atención Primaria, el tiempo que se tarda en disponer de los resultados obedece en no pocos casos, a cuestiones logísticas.
¿Cuál es el precio de un análisis de sangre?
Esta es otra pregunta que se responde con un «depende». Pues básicamente el coste del análisis está en función de la complejidad y número de determinaciones que incluya la analítica en cuestión. Hay análisis como la determinación del grupo sanguíneo, cuyo precio ronda los 15 euros en función del laboratorio elegido. Otros en cambio, por ejemplo los tests que se hacen en embarazadas para detectar diferentes anomalías fetales, dependiendo de la cantidad de información que ofrezcan pueden llegar a costar alrededor de 700 euros.
En definitiva, número de determinaciones y complejidad de las mismas, son los principales determinantes del coste de una analítica.
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