Un nuevo post, dedicado en este caso al trasplante capilar, haciendo especial hincapié en su evolución a lo largo del tiempo.
Es una obviedad, pero aún así es conveniente remarcar el siguiente punto. Así como el sitio apropiado para someterse a cualquier cambio estético que requiera una cirugía, es la clínica de cirugía estética, valga la redundancia, cuando el paciente se decide a someterse a un injerto capilar, lo correcto es acudir a una clínica de tratamiento capilar.
La razón también es muy sencilla, pues en estos centros cuentan con profesionales expertos en el tema, que conocen la solución acorde para cada persona.
En la sociedad actual, buena parte de la población podría encajar en uno de los siguientes grupos:
- Aquellos que se preocupan por su salud y, consiguientemente, intentan llevar un estilo de vida lo más saludable posible: practican ejercicio físico, intentan comer alimentos sanos y huyen de los ultraprocesados, procuran mantener unas relaciones sociales sanas, eligen alimentos ecológicos, considerados “la creme de las supreme”, y en principio, hasta aquí todo correcto, exceptuando el riesgo derivado de que el deseo de tomar alimentos sanos, acabe convirtiéndose en una obsesión, que como todas las obsesiones, conlleva un carácter enfermizo; sería la denominada ortorexia, la cual se inicia como una preferencia por comer mejor, y en algunos casos, acaba degenerando en una obsesión por comer sólo “alimentos sanos”, con todos los problemas que se derivan de los comportamientos obsesivos, tema este que daría para un artículo propio.
- En el otro extremo están aquellos que viven para su físico, haciendo lo posible e imposible por tener un cuerpo que se amolde 100% a los cánones de belleza, tanto en lo que respecta a su peso, como a sus cuidados cutáneos. En relación con este colectivo, estarían aquellas personas afectadas por trastornos del comportamiento alimentario, mientras que también se incluirían aquí, quienes sueñan con una piel siempre perfecta, sin importar la edad, de modo que establecen una rutina de cuidados, especialmente a nivel del rosto, la cual siguen escrupulosamente; en ellas la presencia de arrugas es vivida como un drama. No es raro que aquí se incluyan también personas que se apuntan a la moda de los tatuajes, los cuales suelen hacerse con mucha ilusión, pero posteriormente y puesto que la vida da cientos de vueltas, dichos dibujos sobre la piel, se convierten en un “estorbo” que hay que quitar como se pueda; en otros casos, la preocupación tiene que ver con el pelo, o más bien con su ausencia o escasez, con independencia de la causa que la provoque, apareciendo la temida alopecia, que si bien en el hombre es “hasta cierto punto aceptable”, en la mujer por el contrario, no ocurre lo mismo. Normalmente la alopecia o la pérdida parcial de cabello en esta última, suele ser vivida como un auténtico tabú, que influye enormemente en su autoestima y llega a condicionar buena parte de sus esferas vitales.
Afortunadamente, y fruto de los avances de la ciencia en todos los aspectos, la alopecia (tanto en hombres, como en mujeres) puede solucionarse con técnicas sumamente eficaces y seguras, por supuesto más naturales que la clásica peluca, siempre susceptible de caerse en el momento más inoportuno.
Se llega así al trasplante capilar, que es una opción más útil y práctica que la que se acaba de comentar, a la vez que mejora la autoestima del sujeto afectado.
Una vez planteado el problema, ya ha llegado la hora de “entrar en harina” y abordar con más detalle el tema del trasplante capilar.
¿Qué es un injerto capilar?
El injerto o trasplante capilar es una técnica estética que permite repoblar con pelo, zonas que presentan alopecia o intensa caída del cabello. Se emplea pelo del propio paciente, con lo cual el resultado es más natural. Puede efectuarse tanto en hombres como en mujeres.
Se considera la solución más avanzada para la recuperación del cabello, aunque también se puede recurrir al empleo de fármacos para tratar la caída del pelo: minoxidilo, finasteride, espironolactona y dutasterida.
Como norma, ante una caída capilar más o menos avanzada, la forma de frenarla o la opción para recuperar ese pelo perdido, debe ser consultada con un profesional, quien indicará la opción más adecuada para cada caso.
¿Quién es apto para una cirugía capilar?
Para saber si un sujeto (hombre o mujer) es apto para someterse a un trasplante capilar, es necesario conocer la denominada área de extracción o zona donante , que es aquella zona de la cual se van a extraer los folículos pilosos
para “repoblar” la zona carente de pelo o con clareas más o menos marcadas.
Por lo general, la zona donante se encuentra en la parte occipital de la cabeza, lo que equivale al espacio que se sitúa entre la coronilla y la nuca.
Es importante que la densidad capilar
(número de unidades foliculares por cm2 de la zona donante) de dicha zona sea la adecuada, de modo que a mayor densidad capilar, mayor número de folículos pueden usarse para trasplantar.
También influye el tipo de pelo
: fino o grueso.
Así pues, se prefieren aquellos pacientes con un pelo grueso, con el fin de alcanzar una mayor sensación de cobertura.
Retomando el tema de la densidad capilar, aquellos pacientes con una densidad inferior a 60 unidades foliculares por cm2, se consideran malos candidatos para este tratamiento
.
Otros factores que condicionan la idoneidad o no, para someterse a un injerto capilar son:
- Edad
Aunque teóricamente no hay límites de edad para someterse a este tipo de técnicas, pudiendo hacerse en varones entre 18 y 80 años, la realidad es que conviene esperar.
Si bien existen casos de personas que prácticamente con 20 años ya han perdido su pelo y están calvas, no es menos cierto, que otras casi octogenarias, tienen una densidad de pelo bastante elevada y podría decirse que mantienen la misma cantidad de pelo que en su juventud, obviamente blanco. Sin embargo, los profesionales prefieren esperar a que la pérdida de pelo se haya estabilizado, lo cual ocurre entre
los 30 y los 40 años, siendo esa la edad más idónea para efectuar el injerto capilar, de modo que el paciente sólo tenga que pasar por este procedimiento una vez en su vida.

En cualquier caso, los cirujanos estudian cada caso de forma detallada y deciden cuándo es el momento.
- Motivo que origina la pérdida de pelo
Si la pérdida de pelo tiene un carácter coyuntural, como puede ser fruto de una mala alimentación, o bien obedece a problemas hormonales que pueden revertirse con el tratamiento adecuado, en esta situación tampoco está indicado el injerto capilar.
¿Qué casos no son aptos para un trasplante capilar?
En determinados casos, el injerto capilar está contraindicado:
- En presencia de lupus cutáneo, morfea o foliculitis severa.
- Si existen enfermedades neuromusculares, tipo diabetes, tensión alta o patología cardíaca entre moderada y severa.
- En presencia de problemas psicológicos.
- En casos de calvicie muy avanzada, específicamente en la alopecia universal, la cual es un cuadro autoinmune que afecta a todo el cuerpo.
- Si existe alopecia areata.
- En presencia de psoriasis, dermatitis seborreica y eccema.
- En sujetos con pelo fino.
- En casos de tricotilomanía.
En algunos de estos casos en los que se sabe ya de entrada, que el injerto capilar no va a tener un resultado satisfactorio, se puede recurrir a otras opciones que mejoren el crecimiento del pelo o lo retrasen:
- Mesoterapia.
- Fármacos.
- Micropigmentación.
¿Cómo se hace un injerto capilar?
El injerto o trasplante capilar, como ya se ha mencionado es la única forma de restaurar el cabello perdido en diversos tipos de alopecia.
Conviene recordar que en la pérdida de pelo influyen factores de diverso tipo: genéticos, hormonales y de edad.
El pelo trasplantado crece de forma gradual y muy natural
, con lo cual se rejuvenece la imagen del paciente.
Dicho esto, una probable duda que puede plantearse es cuál es el profesional que se encarga de efectuar este procedimiento.
El citado profesional debe ser un dermatólogo experto en tricología, ya es quien mejor conoce las indicaciones, contraindicaciones y limitaciones que presenta esta opción terapéutica.
La cirugía de trasplante capilar es un proceso quirúrgico mínimamente invasivo, no siendo necesario el ingreso hospitalario. Se lleva a cabo en quirófano y el paciente recibe anestesia local.
Para efectuar el trasplante capilar, básicamente existen 2 técnicas: técnica FUE (extracción de unidades foliculares) y técnica FUT o FUSS (microinjerto de la tira o trasplante de unidades foliculares).
A continuación se analizan una y otra.
Técnica FUE
Actualmente esta es la técnica más avanzada de microinjerto. Debe su nombre a que consiste en la extracción individual de unidades foliculares, las cuales suelen contener entre 2 y 5 pelos, que posteriormente se implantan en la zona que se va a tratar.
Esta extracción se realiza usando un microbisturí eléctrico (0,8 mm), que permite seleccionar las mejores unidades foliculares según las necesidades del paciente.

Una vez efectuada la extracción, los injertos son preparados bajo el microscopio y posteriormente se introducen minuciosamente en la zona a repoblar. Para ello, se realizan incisiones en dicha zona; durante la fase de injerto, la zona receptora se limpia y humedece de forma constante usando una solución especial que promueve la inserción de los folículos.

Esta técnica no deja cicatriz; el procedimiento puede resultar molesto para el paciente, razón por la cual se recurre a la sedación.
En función de la extensión de la zona a repoblar se necesitarían más o menos sesiones. En cada sesión suelen implantarse aproximadamente 3000 folículos pilosos.
Antes de la intervención es necesario afeitar el cuero cabelludo tanto en el área donante, como en el área de recepción, a la vez que el paciente es anestesiado de forma local.
Técnica FUT o FUSS
Esta es una técnica basada en la extracción de una banda de piel de la zona donante, la cual posteriormente se fragmenta para obtener los folículos, que finalmente se insertan en la zona receptora.
Es una técnica más agresiva comparada con la anterior, puesto que supone cortar una tira de cuero cabelludo, con una extensión aproximada de entre 15 y 20 cm de largo y 1 cm de ancho. Dicha tira debe ser paralela a la línea de implantación de cabello occipital.

Una vez extraída esa tira de cuero cabelludo, esta se corta en trozos más pequeños, dividiéndola en microunidades foliculares, que posteriormente se implantan dentro de las microincisiones que se han practicado en la zona a repoblar.
Volviendo a la zona de la cual se ha extraído la tira, dicha zona se sutura mediante sutura continua de extremo a extremo y se retira al cabo de 10 – 14 días. Queda una cicatriz lineal menor de 1 mm de diámetro, que es fácil de ocultar incluso con pelo cortado a 5 mm de largo.
En determinados casos, como por ejemplo, cuando hay una alopecia muy avanzada y no se dispone de suficiente cantidad de folículos en la zona donante para repoblar toda la zona afectada por la pérdida de pelo, es cuando se recurre a esta técnica.
Es una técnica derivada de la denominada técnica FUE ya citada, pero difiere en que se emplea el vello de zonas tan dispares como pecho, barba, pierna, … La principal diferencia con respecto a la anterior es que para usar la técnica BHT se requiere de una zona más grande del cuerpo como área donante.
Los resultados obtenidos con la técnica FUSS tienen la misma naturalidad que aquellos logrados empleando la técnica FUE.
Esta técnica resulta especialmente útil cuando el paciente presenta grandes áreas de alopecia, ya que permite obtener e injertar más unidades foliculares.
Al igual que cuando se utiliza la técnica FUE, la intervención se realiza con anestesia local, no siendo necesaria la hospitalización.

El preoperatorio requiere varias analíticas y cuidados especiales. Ocasionalmente, esta técnica puede complementarse con alguna sesión usando la técnica FUE, con objeto de obtener folículos de los laterales del cuero cabelludo.
En la siguiente infografía se comparan ambas técnicas.

Técnica BHT
Esta técnica como indican sus siglas en inglés, hace referencia a aquellos casos en los que el injerto de pelo se efectúa con pelo corporal, el cual puede provenir de zonas tales como:
Torso.
Barba.
Brazos.
Estómago.
Pecho.
Espalda.
El éxito de esta técnica es tanto mayor cuanto más parecido sea el vello corporal con el vello de la cabeza. Se entremezcla el vello corporal con cabello, siendo usada solo para aportar densidad. Solo pueden elegirse aquellos folículos con la suficiente profundidad y grosor.
Dr. Antonio Burgos
¿Cuándo se nota el trasplante capilar?
Esta es una pregunta comprensible, aunque su respuesta no es la que al paciente le gustaría oír.
Tras perder el cabello, haberse sometido probablemente a diversos tratamientos y finalmente decidirse por el injerto capilar, que es la única opción que asegura que el pelo no se caerá nuevamente, es muy normal que el paciente esté deseoso por saber cuánto tardará en dar sus frutos ese trasplante capilar.
La primera puntualización es que no hay dos pacientes iguales, lo que supone que los resultados de ese trasplante cambian de un sujeto a otro.
En un injerto capilar, los resultados no son apreciables de un día para otro, por lo que la primera premisa es que el paciente debe tener paciencia, y además, debe considerar los siguientes puntos:
- Tras la intervención, el cuero cabelludo está en fase de cicatrización.
- Durante esa fase, el folículo debe pasar por un tiempo de adaptación que le permita acomodarse a su nueva ubicación.
- Tras el trasplante, se produce una caída de pelo de forma natural, denominada efluvio, la cual es consecuencia del trauma sufrido por todos los folículos pilosos durante el proceso quirúrgico.
En definitiva, el pelo vuelve a crecer aproximadamente a los 100 días (algo más de 3 meses), siendo la media de crecimiento de 1 cm al mes.
Conviene recordar que durante este proceso, los folículos atraviesan el ciclo normal de crecimiento capilar, compuesto por las fases anágena, catágena y telógena.
¿Cómo evoluciona un trasplante capilar?
Para evitar decepciones, lo más correcto antes de someterse a un injerto capilar, es conocer cuál es la evolución del mismo, tanto de un día para otro, como mes a mes, e incluso año a año.
Esta evolución se comprende mejor mediante la siguiente presentación interactiva.
Por lo general, se considera que el proceso completo del injerto capilar suele estar acabado transcurrido un año desde el momento del trasplante, aunque en algunos pacientes el resultado final se aprecia al cabo de los 15 – 18 meses que siguen al mismo.
Además de seguir el protocolo establecido por la clínica para asegurar un resultado exitoso, en algunos centros el tratamiento incluye unas inyecciones de plasma enriquecido en plaquetas, el cual ayuda a regenerar el cuero cabelludo y favorece el crecimiento de los folículos pilosos.
¿Cuánto dura un injerto capilar?
Esta pregunta puede entenderse de varias formas.
Si se hace referencia al tiempo que dura el proceso de trasplante capilar, entendiendo extracción de folículos e injerto en la zona donde está presente la alopecia, dependiendo de la extensión de dicha zona, puede durar un solo día o requerir varias sesiones; si se emplea la técnica FUE, cada sesión suele durar entre 6 y 8 horas.
De antemano, antes de comenzar el proceso de trasplante en sí, ya se ha estudiado el número de folículos que se van a extraer en cada sesión.
Siguiendo todas las recomendaciones que indique el tricólogo
, al cabo de un año aproximadamente, el injerto capilar habrá concluido con éxito
.
En lo que respecta a cuánto tiempo dura el trasplante capilar sin que vuelva a aparecer la calvicie, considerando que el procedimiento se ha hecho utilizando las técnicas actuales y siguiendo las recomendaciones del cirujano tras la implantación, por término medio, ese injerto capilar dura unos 25 años.
Ahora bien, este tiempo está afectado por factores genéticos, así como por los cuidados que se hayan seguido durante el primer año, especialmente en lo que sería el postoperatorio inmediato y durante los 2 – 3 primeros meses, como se acaba de indicar.
No se debe olvidar que cada sujeto tiene unas características individuales que influyen decisivamente en la fertilidad de los folículos pilosos.
Afortunadamente es posible arreglar “los desmanes de un injerto mal hecho”, pero esto requiere ponerse en manos de auténticos expertos que tengan experiencia y dominen perfectamente las distintas técnicas.
Como dice el refrán: “en muchos casos, lo barato sale caro”, pero a lo hecho pecho; así que vamos a ver qué posibilidades hay de que finalmente el paciente se sienta cómodo con su pelo y recupere su autoestima.
Ese cirujano dispuesto a arreglar un primer injerto mal hecho, debe estudiar pormenorizadamente cada caso, fijándose en:
Si se dispone o no de una zona donante que no esté agotada.
El patrón de pérdida de pelo.
Cómo evoluciona la alopecia.
Teniendo en cuenta estos 3 puntos, deberá tomar la decisión más acertada y diseñar un procedimiento que haga que finalmente la persona que se ha sometido al injerto capilar, quede con un cabello lo más natural posible.
Efectos secundarios del trasplante capilar
Un trasplante capilar, aun cuando este sea un éxito, conlleva los efectos secundarios propios de cualquier proceso quirúrgico.
Tales efectos incluyen:
- Sangrado, el cual suele ser poco común; por lo general se detienen con facilidad.
- Sensación de hinchazón y dolor en las zonas implicadas, especialmente durante los 2 primeros días.
- Granos por pelos enquistados, lo cual ocurre cuando la intervención se hace en la barba. La solución pasa por el drenado de los mismos.
- Adelgazamiento del pelo primitivo, lo que equivale a que el pelo injertado se cae después de un tiempo, pero el pelo vuelve a crecer con más fuerza.
- Enrojecimiento y costras en la zona receptora, aunque la presencia de éstas es algo propio del proceso de injerto y posteriormente, con los sucesivos lavados, se caen.
- Infección, la cual suele estar presente en 1 de cada 500 casos. Lo más común es su prevención utilizando antibióticos.
- Picor, que puede llegar a ser bastante intenso y molesto; normalmente tiene lugar durante el primer mes y va asociado al proceso de cicatrización. Este problema se solventa usando un champú o una loción específicos para este cuadro.
- Hipo, el cual puede estar presente de forma continuada durante varios días, siendo auténticamente molesto. Si bien no hay grandes soluciones para este problema, la fisioterapia respiratoria, haciendo los oportunos ejercicios, soluciona este problema.
En cualquier caso, antes de llevar a cabo el proceso de trasplante capilar, el cirujano está obligado a comentar las ventajas, así como los riesgos o posibles inconvenientes del mismo.
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