Me gustaría equivocarme, pero mucho me temo que si sigues un poco las noticias sobre alimentación, tendrás una “ligera empanada mental”. Y no es para menos, pues hay noticias de todo tipo:
- Se corrobora la importancia de los vegetales en la alimentación.
- Alimentos que llevan azúcar hasta por fuera del envase.
- Alimentos “con superpoderes” (mejor no los mires por si acaso).
- Intolerancia frente a la leche.
- El gluten y sus maldades.
- Alcohol, cuyos efectos nocivos son ampliamente conocidos.
- Niños a los que se deja comer a su libre albedrío.
En resumen, muchas de las creencias más arraigadas son cuestionadas, y ahora todo está patas arriba.
Y por si faltaba algo, el consiguiente comentario:
“Fui al médico el otro día porque tengo el estómago pesado y me dijo que podía ser una alergia o una intolerancia alimentaria; ahora me tengo que hacer pruebas”. “Ganas me dan de no ir a ningún sitio, quedarme en mi casa, comer lo que me apetezca y no poner la tele, más que para ver el tiempo (que por cierto, ¡no dan una!)”. Si todo esto que te acabo de contar, en lugar de pasarte a ti, le pasa a tu niño, el agobio ya es monumental. “¿Qué le doy yo a este niño, que no puede comer de nada?”.
No creas que exagero, pues si tú a lo mejor no te has visto en una situación así, no tienes que buscar mucho para encontrar a alguien que sí. En definitiva, como las diferentes situaciones que ya te he comentado, dan para escribir un libro, es preferible ir poco a poco. Así pues, en este artículo, vas a encontrar información sobre alergias e intolerancias alimentarias. Por si no te has percatado (no sufras, tienes todo el artículo por delante), no son lo mismo.
Aclarando confusiones: malabsorción, intolerancia, alergia
Como te acabo de decir, por poco que leas, te habrás dado cuenta de que todos los “dogmas sobre alimentación”, han caído. Esto ha conducido a un maremágnum, donde laboratorios, empresas agroalimentarias y alguno que otro más, han hecho su agosto. Ya sabes, productos sin gluten (seas celíaco o no, da igual), sin lactosa, sin… nada (sólo con el envase). Es evidente que estos productos “sin” son más caros que sus homólogos “con”, es decir, normales. Así pues, lo mejor es ir aclarando conceptos. Como dice el refrán, “no confundas las ovejas churras, con las ovejas merinas”, pues aún siendo ovejas, no son iguales. En este “baile de términos”, hay “3 bailarines”: malabsorción, intolerancia, alergia.
Malabsorción
En este caso, existe la lesión, inflamación o enfermedad a nivel intestinal, que impide el paso de determinados nutrientes desde la luz intestinal a la sangre. Al no haberse absorbido, ese contenido intestinal genera diferentes alteraciones:
- Diarrea.
- Distensión abdominal (sensación de hinchazón).
- Dolor.

La infografía te explica cómo se produce la absorción en condiciones normales y te muestra la estructura del aparato digestivo. ¿Por qué se produce esa malabsorción? Sencillo: hay muchas causas (unas de mayor gravedad que otras).
Posibles causas:
- Enfermedad de Crohn.
- Daños por tratamiento con radiación.
- Infecciones parasitarias.
- Cáncer.
En el siguiente artículo puedes encontrar más información: “Cómo diagnosticar la malabsorción”.
Intolerancia
La intolerancia alimentaria tiene lugar cuando algún alimento o componente alimentario, no se puede digerir bien. En este tipo de alteración no se ve afectado el sistema inmunológico (las defensas, para entendernos). Los síntomas propios de una intolerancia alimentaria incluyen:
- Dolor de cabeza.
- Nerviosismo.
- Nauseas.
- Gases.
- Malestar abdominal con retortijones.
- Irritabilidad.
Alergia
En una alergia alimentaria sí interviene el sistema inmune.

Este sistema entiende que alguno de los componentes del alimento es dañino para persona, y a partir de ahí se desencadena todo el proceso propio de una reacción alérgica. Una alergia puede tener graves consecuencias, algunas bastante más graves que en los 2 casos anteriores. Es decir, puede producirse un shock anafiláctico con todos sus síntomas.
- Urticaria (enrojecimiento y picores en la piel).
- Bajada de tensión arterial.
- Vómitos.
- Tos.
- Ronquera.
- Dificultades respiratorias.

En los casos más severos (anafilaxia), el afectado requiere atención médica urgente, que si no se tiene, imagina el final. En la siguiente infografía se analizan las diferencias entre una intolerancia y una alergia alimentaria.

Si quieres más información sobre alergias e intolerancias alimentarias, te aconsejo que eches un vistazo a los siguientes materiales:
- “Alergias e intolerancias alimentarias en la infancia”.
- «Diferencia entre malabsorción, intolerancia y alergia alimentaria«.
Intolerancia alimentaria
¿Qué es?
«La intolerancia alimentaria es la incapacidad de consumir ciertos alimentos o nutrientes sin sufrir efectos sobre la salud.»
Dichos alimentos cuando son consumidos por personas que no sufren intolerancia, no originan ningún problema. En la persona intolerante a un alimento determinado, a mayor cantidad consumida, mayor será la sintomatología. Es una reacción dosis-dependiente. En la intolerancia, el principal problema es la falta de componentes necesarios para la correcta digestión del alimento implicado; no hay intervención del sistema inmune.
Población afectada
La intolerancia puede aparecer a cualquier edad, aunque es más común en niños, a partir de los 6 meses que es cuando empiezan a tomar otros alimentos, además de la leche. ¿Por qué? Sencillo, porque en un niño pequeño, su aparato digestivo no tiene la madurez propia de un niño mayor o de un adulto.
Resultado:
Hasta 72 horas después de tomar un alimento para el cual la persona es intolerante, pueden aparecer:
- Digestiones pesadas.
- Dolor de barriga.
- Eccema y picores.
- Diarrea.
- Estreñimiento.
- Gases.
- Dolor de cabeza.
Según la Asociación de Intolerancias a los Alimentos de Navarra (IALA), 1 de cada 4 personas sufre algún tipo de alergia o intolerancia, aunque el 25% de estas personas no están diagnosticadas.
Diagnóstico
Llegados a este punto, conviene que tengas en cuenta que en el mercado existen infinidad de test para diagnosticarlo casi todo, especialmente en temas alimentarios. Pero… (ya apareció), no todos los test tienen la misma validez en cuanto a la evidencia científica que los avala. ¿Esto qué quiere decir?. Pues muy simple. Básicamente se distinguen 3 tipos de test para diagnosticar intolerancias alimentarias:
- Test basados en pruebas de ADN (con un poco de suerte puedes conseguir un cupón de descuento en Groupon o Groupalia).
- Test de intolerancia alimentaria basados en análisis de sangre (pueden analizar entre 100 y 200 alimentos).
- Otros test de intolerancias alimentarias:
- Test basados en la kinesiología.
- Test basados en la biorresonancia.
- Test de DRIA.
- Análisis capilar.
Esta misma petición la efectúan los médicos gallegos. La presencia de antecedentes familiares de intolerancia alimentaria, unida a síntomas tales como dolores de barriga, piernas y cabeza, así como algún problema de retraso en el crecimiento, pueden ser indicativos de intolerancia. En los niños pequeños, detectar una intolerancia alimentaria en la infancia, es crucial, porque pueden evitarse problemas de crecimiento, fruto de excluir un determinado alimento de la dieta.
Alimentos más comunes
Los alimentos que producen intolerancia alimentaria dependen fundamentalmente de la edad del afectado.
- En niños pequeños, las intolerancias más comunes tienen que ver con la leche, el huevo o el pescado.
- A medida que aumenta la edad del niño, las intolerancias tienen que ver con legumbres, frutos secos, marisco y hortalizas.

Alergia alimentaria
¿Qué es?
«Una alergia alimentaria, es un cuadro aparentemente similar a una intolerancia, pero con la diferencia de que en el segundo caso, se activa el sistema inmune .»
La sintomatología es muy similar a la que aparece en un cuadro de intolerancia, pero con una diferencia fundamental:
- Interviene el sistema inmune, se produce un compromiso respiratorio y existe la posibilidad de que tenga lugar un shock anafiláctico.
En una persona alérgica, cuando su cuerpo entra en contacto con el alérgeno (parte del alimento que provoca la alergia), ya sea mediante contacto, a través de la piel, ingestión (comida) o inhalación, se desencadena el cuadro alérgico. La reacción alérgica ocurre de forma inmediata, de ahí su gravedad» username en los casos más severos, si el afectado no recibe ayuda médica urgente, acaba donde ambos imaginamos.
Población afectada
Ante una alergia alimentaria, igual que frente a una intolerancia, la población afectada suelen ser personas de corta edad. También se están detectando personas alérgicas a un alimento, que se encuentran ya en la edad adulta o en niños más grandes. Últimamente se ha observado un aumento de los cuadros anafilácticos por alergia a los alimentos. Por otra parte, durante la época navideña aumentan los casos de alergias alimentarias no diagnosticadas. Otro punto no menos importante, es el hecho de que el 30% de los alérgicos al polen sufren también alergias alimentarias
Diagnóstico
El diagnóstico se efectúa mediante:
- Análisis de sangre.
- Pruebas cutáneas (similares a las usadas para diagnosticar alergias ambientales).
Un punto de gran interés con relación al diagnóstico, es el siguiente:
- En caso de intolerancia alimentaria , hay un predominio de los síntomas digestivos.
- En caso de alergia alimentaria, predominan los síntomas respiratorios con toda la gravedad que conllevan.

En principio, para que una persona sea alérgica a un alimento, debe haber existido un primer contacto con él. Durante este primer contacto no ocurre nada. Por el contrario, la siguiente vez que tiene lugar dicho contacto, es cuando se desarrolla todo el cuadro sintomático, propio del proceso alérgico.
Alimentos implicados
Los alimentos más comunes son:
- Niños pequeños: leche y huevo.
- Adultos: pescado, marisco, frutos secos y fruta.
Ante un cuadro de alergia alimentaria, puede que sea necesario recibir atención médica urgente, como ya te he dicho antes. En caso de alergia, es muy aconsejable que la persona afectada, lleve encima un kit autoinyectable de adrenalina. En el artículo «Adrenalina autoinyectable, cómo utilizarla«, vas a encontrar diferentes infografías y amplia información acerca de cómo debe usarse este fármaco.

En el siguiente vídeo, verás cómo administrar este fármaco a un menor, en caso de que sea necesario.

El tratamiento habitualmente pasa por eliminar de la dieta el “alimento problemático”, lo cual dependiendo de la edad y del alimento en cuestión, puede provocar carencias nutricionales. En algunos casos se está recurriendo a la inmunoterapia oral (una vacuna muy similar a la que existe para los alérgicos a los diferentes pólenes; seguro que esta última sí te suena).
Así pues, como ves, la inmunoterapia oral se impone frente a aquellas dietas en las que se suprimen huevo y leche (alimentos frecuentemente implicados).Para acabar ya este punto conviene que tengas claro que este es un tema sobre el que se están realizando muchos estudios, cuyos resultados en algunos casos son muy significativos.
Diagnóstico de intolerancias y alergias alimentarias
En la siguiente presentación interactiva se analizan las diferentes pruebas existentes para hacer un diagnóstico de intolerancia o de alergia alimentaria.
Contaminación cruzada
Una forma muy importante de evitar las alergias e intolerancias, es evitando la contaminación cruzada de alimentos, aunque la cantidad que se mezcle sea muy pequeña. Esto conlleva unos procesos muy estrictos en toda la cadena de producción y manipulación del alimento. Entre los procesos que forman parte de esa cadena de producción y que son decisivos para evitar la contaminación cruzada, destaca el que tiene que ver con la higiene y la limpieza, tanto de quién manipula el alimento, como de todos aquellos utensilios, máquinas, …, que se emplean en la preparación de los citados alimentos. Más información sobre este tema puedes encontrarla en el artículo “Contaminación cruzada«.
Etiquetado
Después de todo lo visto hasta ahora, serás consciente de la importancia que tiene tanto, evitar la contaminación cruzada, como saber la composición del alimento. Para ello hay una normativa establecida por el propio Ministerio de Sanidad.
Esa normativa indica la forma en que han de ir señalados los diferentes ingredientes del alimento con poder alergénico o con capacidad para generar intolerancia.
Si deseas más información sobre el tema del etiquetado, te aconsejo que mires mi artículo «Etiquetado de alimentos: ¿manipulación o jeroglífico?«. Esta reglamentación es aplicable a productos envasados y a alimentos no envasados vendidos al por menor.
El artículo “Alergias e intolerancias alimentarias”, elaborado por el Ministerio de Sanidad, recoge de forma muy detallada cual es esa legislación. Otro aspecto relacionado con esta cuestión, es la obligación que tienen los restaurantes de informar sobre los alérgenos de sus platos. Para concluir, y dada la trascendencia que tienen los alérgenos para la salud de las personas con problemas de alergia, te aconsejo que eches un vistazo a este recopilatorio elaborado por la farmacéutica Gemma del Caño.
Respecto a ti, que me lees habitualmente, ya sabes: si te ha gustado, comparte en las redes sociales y deja tu comentario.
2 comentarios en «MALABSORCIÓN, ALERGIA O INTOLERANCIA ALIMENTARIA»
Hola Adela-Emilia,
Creo que es muy bueno hacer esta diferenciación para que quede claro que realmente son cosas distintas, aunque con las prisas (y a veces la falta de conocimiento) tendemos a usar los terminos de forma intercambiable.
Los tests seguro que pueden ayudar para obtener unos diagnósticos, y por lo tanto unas indicaciones, pero si estuvieramos más conectados con nuestro cuerpo, más fácilmente podríamos interpretar como reacciona antes ciertos alimentos y a través de las experiencias, unir los puntos y entender que a lo mejor ese alimento no nos sienta tan bien, independientemente de que hayamos realizado pruebas y no tengamos, en teoría, problemas. Un ejemplo es el gluten. Conozco muchas personas que han mejorado notablemente su salud sacándolo de su vida. Yo misma noto los beneficios después de estar 3 o 4 semanas sin consumirlo (he hecho el experimento varias veces).
Gracias por recordarnos las diferencias y enhorabuena por el artículo, un saludo,
Cristina
Gracias Cristina por tu comentario.
La verdad es que hay muchísima información en la red; y a veces son conceptos muy técnicos, aunque yo he intentado sintetizar al máximo teniendo en cuenta que mis publicaciones van dirigidas a población general.
Pero, por supuesto hay que estar atentos a lo que dicen los organismos oficiales correspondientes, pues hay muchos test para «detectar intolerancias», que no tienen la validez científica necesaria; pero como en este país, cada uno hace su agosto cuando puede, cuánto mejor informado se esté, pues mejor.
Un afectuoso saludo