Actualmente es un hecho plenamente comprobado, que los avances de la ciencia han permitido mejorar las condiciones de vida de la población, lo que se ha traducido en una esperanza de vida mayor, a la vez que se ha intentado que esas personas ancianas se encuentren en las mejores condiciones posibles, tanto a nivel de salud, como a nivel social.
También se están consiguiendo avances importantes en determinados tipos de cáncer, gracias a los medicamentos biotecnológicos y a medios técnicos que permiten realizar un diagnóstico precoz.
A pesar de todas estas mejoras, la realidad es que no estamos exentos de que se produzcan situaciones caóticas e inesperadas, que requieren un gran esfuerzo tanto a nivel humano como a nivel de recursos materiales. Algunos ejemplos recientes:
- pandemia producida por el coronavirus
- catástrofes naturales
- terrorismo
- crisis humanitarias
Ante situaciones de este tipo, la pregunta siempre es la misma: ¿realmente estamos preparados o necesitamos profesionales de las distintas ramas, capacitados para actuar en situaciones de emergencia?
Si centramos el tema en el aspecto sanitario, ante una catástrofe natural o cualquier situación similar, en cuanto acuden los equipos de emergencia al lugar de los hechos, estos trasladan de inmediato los heridos al hospital.
En estas circunstancias, grandes hospitales brillantes por contar con unidades específicas, rápidamente se ven sobrepasados, y la diferencia entre la vida y la muerte, muchas veces está en la rapidez con que esas personas reciban los primeros auxilios.
Ya en el hospital, las actuaciones se centran en realizar las correspondientes cirugías, intubaciones o maniobras que permitan que la persona siga con vida. Muy frecuentemente, se les hace una analítica para comprobar si se ha producido ingestión de fármacos, inhalación de gases en el caso de nubes tóxicas procedentes de accidentes en plantas químicas, …
Disponer en ese momento de suficientes recursos materiales (vehículos convenientemente equipados) y humanos (sanitarios especializados para trabajar en catástrofes y otras situaciones de emergencia), marca la diferencia entre que sobrevivan más personas o menos.
Es por ello que, si bien es importante la continua formación y especialización en nuevas técnicas y tratamientos que permitan tratar patologías de forma programada, no es menos cierto, que también es necesaria una especialización para actuar en situaciones de urgencia, cuando la vida de un sujeto se decide en cuestión de minutos.
Una vez expuesta ya la situación, es momento de «entrar en harina» y profundizar en el tema de la especialización sanitaria en emergencias.
¿Quiénes son los profesionales de la salud más requeridos en caso de catástrofes?
Para abarcar una emergencia sanitaria y sus consecuencias desde el marco de la salud, es vital contar con medidas adecuadas que prevengan y garanticen la seguridad de todos los afectados.
En este punto, cobra especial importancia la actuación de los hospitales, ya que ante estas situaciones son los que principalmente reciben a las víctimas.
Así pues, todo los hospitales deben disponer de un plan de catástrofes, distinguiéndose entre:
- Plan de Catástrofes Externas.
- Plan de Catástrofes Internas.
A su vez, también debe existir la denominada Comisión de Catástrofes, la cual estará compuesta por los siguientes profesionales:
- Dirección General del Hospital.
- División médica, donde predominarán profesionales de los servicios de Cirugía, Anestesia y Cuidados Intensivos.
- División de Enfermería.
- División de Gestión y Servicios Generales, en particular las jefaturas de Mantenimiento y de Personal Subalterno.
Se aconseja que se de prioridad a aquellos profesionales interesados en formar parte de esta comisión, con independencia del servicio o área a la que pertenezcan.
La participación en dicha comisión tendrá carácter individual y voluntario.
El denominado Plan de Catástrofes, es el conjunto de acciones a desarrollar ordenadamente para dar respuesta a una situación catastrófica en la que se vea implicado el hospital.
- Dicha catástrofe puede tener lugar fuera del recinto hospitalario; será una Catástrofe Externa.
- Por el contrario, puede suceder en le interior del hospital y será una Catástrofe Interna.
La actuación de un enfermero en caso de catástrofe
Ante un desastre, sea de la naturaleza que sea (natural, tecnológico o causado por el hombre), interviene un equipo multidisciplinar.
Su misión es la de minimizar al máximo los daños y consecuencias de dicho desastre.
El hecho de que los integrantes de ese equipo sean conocedores de la misión de cada uno, es fundamental de cara a la reducción de los daños.
En ese equipo multidisciplinar, uno de los integrantes es precisamente el enfermero. Para que su actuación realmente sea más eficaz, lo adecuado es que esté especializado en actuar en situaciones de catástrofes.
Dicha especialización se consigue realizando un máster en urgencias y emergencias como los que se imparten en la Universidad Europea de Canarias.
Al margen de que se de una situación de catástrofe o no, el enfermero puede realizar cuatro funciones que se indican en la siguiente infografía:
Formaciones como el máster anterior, enseñan al enfermero a actuar junto con el médico, identificando cada una de las etapas del desastre, y sabiendo cuál es su labor en cada una de esas etapas.
Etapas que se distinguen en una catástrofe
En cualquier catástrofe, pueden distinguirse claramente tres etapas:
- Etapa previa a la catástrofe.
En esta etapa, la misión de enfermería es efectuar labores de prevención primaria, siendo su función disminuir las posibilidades de enfermedad, muerte e incapacidad secundaria a dicho desastre.
Estas tareas se concretan en hacer una valoración previa y un plan de respuesta al desastre, lo que equivale a estudiar la vulnerabilidad y los riesgos particulares existentes en una determinada población, así como conocer los recursos médicos y sociales disponibles.
Se incluyen también los simulacros, los cuales permiten a los principales equipos intervinientes en el desastre, mejorar su preparación poniendo en práctica sus habilidades y competencias.
Los programas de educación comunitaria, basados fundamentalmente en fomentar las medidas de autoprotección y el entrenamiento en primeros auxilios.
- Etapa de catástrofe propiamente dicha.
En esta etapa, la labor de enfermería depende del lugar en el que vaya a actuar: distinguiéndose entre los que trabajan en el hospital y aquellos otros que actúan en la zona de la tragedia.
Aquellos enfermeros que se encuentran en la zona de los hechos, tendrán como misión las siguientes actuaciones:
- Evaluación rápida de las necesidades.
- Clasificación o triage prehospitalario.
- Cuidados de enfermería, los cuales están en función de la causa que haya originado la catástrofe.
- Enfermería comunitaria y salud pública, realizando una labor de prevención secundaria, de modo que se tomen medidas para evitar que los problemas propios de una catástrofe, generen diferentes patologías; en este caso es fundamental comprobar la existencia de agua y saneamiento, la alimentación, el refugio y los asentamientos humanos.
- Etapa posterior a la catástrofe.
En esta etapa, las tareas de enfermería se centrarán en la rehabilitación y reconstrucción (prevención terciaria). Fundamentalmente su misión será una misión rehabilitadora, que incluye tratamiento de enfermedades, lesiones o secuelas que deriven de la citada catástrofe.
Al mencionar las secuelas, conviene señalar que estas no solo serán físicas, sino psicológicas, siendo la salud mental uno de los aspectos a los que mayor atención deberá prestarse.
Antes de concluir, conviene destacar que las prioridades de tratamiento no vienen habitualmente dictadas, en caso de catástrofe, por la gravedad de las lesiones, sino por las posibilidades de supervivencia.
Así, los afectados con lesiones más graves pueden ser privados de tratamiento con la finalidad de destinar los recursos materiales y humanos necesarios a un mayor número de afectados con lesiones de menor gravedad, pero con mayores posibilidades de supervivencia.
Si te gusta, ya sabes, COMENTA y DIFUNDE; gracias.