Un nuevo post en el que se verán ciertos contrastes que se han producido en la sociedad en los últimos 80 – 90 años.
- De una parte, se ha observado, tanto en hombres como en mujeres, una mayor tendencia a cuidarse para tener una apariencia más juvenil: tratamiento de las arrugas, especialmente si estas aparecen en una zona visible como es la cara, evitación de la calvicie mediante injertos capilares, reducción de la barriga mediante una abdominoplastia y recurriendo a diferentes productos dermocosméticos, así como a rutinas de cuidados faciales.
- A su vez, se tiende también a rendir siempre al máximo, usando incluso ciertos compuestos (los nootrópicos) si es preciso, aunque esto pueda llevar como contrapartida el desarrollo de ansiedad crónica, o bien problemas derivados de un sueño insuficiente o de mala calidad.
- Las bondades del ejercicio físico han calado en la mayoría de la sociedad.
- La alimentación también tiende a cuidarse más, lo cual es favorable, pero si no se siguen las pautas de un profesional, hay riesgo de que aparezcan más trastornos del comportamiento alimentario de los que ya existen, como por ejemplo la alimentación compulsiva o la alcohorexia, o incluso la aparición de comportamientos obsesivos ligados al consumo de alimentos saludables (ortorexia).
Y es que así como el tabaco, aún en sus diversas formas de consumo, ha causado rechazo social, no ocurre lo mismo con el alcohol.
- ¿No bebes?
Si la respuesta es negativa, la siguiente pregunta es:
- ¿Y eso?
A partir de ahí, la persona que no bebe, se verá sometida a un interrogatorio, que según su paciencia, alimentará el morbo del interlocutor, o cortará por lo sano, con más o menos brusquedad. El problema aquí está, en que aún falta mucho para que la sociedad entienda o quiera entender, que el alcohol no tiene ningún efecto beneficioso para el organismo.
Ni la cerveza, ni el vino, ni el whisky, “son buenos para el corazón” según unos, ni “para el colesterol” según otros. Al igual que tampoco hay un consumo moderado, que se considere saludable.
El alcohol es un compuesto nocivo para el organismo, y su consumo seguro es 0. Da igual quien lo diga, pues no es raro que la industria vitivinícola o ligada a la producción de bebidas alcohólicas, financie congresos, cursos, seminarios, …, sobre diferentes patologías. “A buen entendedor con pocas palabras, bastan”.
Analizar el efecto dañino del alcohol sobe las distintas zonas del organismo, daría como para escribir un tratado, y no es eso lo que se pretende en este artículo. En este caso, el post va a estar centrado en las consecuencias que provoca el alcohol sobre un feto en desarrollo, cuando se toman bebidas alcohólicas durante la gestación.
Este cuadro se conoce como síndrome alcohólico fetal. Planteado ya el tema, “entramos en harina” y desarrollamos esta unión embarazo-alcohol-consecuencias en el feto.
¿Qué es el síndrome alcohólico fetal?
Antes de entrar a definir qué es el síndrome alcohólico fetal, es conveniente hacer un breve repaso del principal agente implicado en su origen, que no es otro que el alcohol.
¿Qué es el alcohol?
El alcohol es un producto químico que se obtiene a partir del azúcar presente en cereales, frutas o en alguna otra materia prima específica. Puede obtenerse por fermentación o por destilación. Así pues, se distingue entre:
- Bebidas fermentadas, caracterizadas por su menor graduación alcohólica.
- Bebidas destiladas, las cuales tienen una cantidad de alcohol considerablemente superior.
El alcohol aporta calorías, concretamente 1 g proporciona 7 Kcal, pero lo más significativo, es que únicamente proporciona calorías, sin ningún otro nutriente, lo que se conoce como “calorías vacías”. En cuanto al recorrido de dicha sustancia por el organismo, se explica en la siguiente monografía:
¿Qué significa Síndrome Alcohólico Fetal?
El consumo de alcohol durante el embarazo origina el denominado Síndrome Alcohólico Fetal, síndrome en el que el principal afectado es el feto, el cual presentará:
- Malformaciones morfológicas (zona craneofacial, básicamente).
- Retraso del crecimiento.
- Alteraciones cognitivas y/o conductuales.
- Problemas de socialización y aprendizaje.
Cuando se habla de los daños que el alcohol ingerido durante la gestación provoca en el niño, se incluyen un amplio grupo de anomalías: físicas, mentales, conductuales y cognitivas.
El hecho de que ese alcohol proceda de bebidas alcohólicas fermentadas o destiladas, prácticamente carece de importancia.
Ahora bien, el alcohol no provoca el mismo daño en todas las embarazadas, por eso se habla de Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal.
Dentro de ese grupo de anomalías, es precisamente el Síndrome Alcohólico Fetal, el cuadro de mayor gravedad.
Según la Wikipedia, por cada niño con Síndrome Alcohólico Fetal, hay 10 con Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal.
¿Qué son los Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal?
Los Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal son un grupo de patologías infantiles graves, causadas por el consumo de alcohol ingerido por la mujer embarazada.
Bajo esta denominación se hace referencia a un grupo de patologías infantiles graves, debidas al consumo de alcohol durante la gestación.
Según el estudio efectuado en la universidad de Málaga, el 40% de las embarazadas toma alcohol durante el primer trimestre de embarazo, mientras que un 17%, siguen haciéndolo durante los 3 últimos meses.
Con respecto a la ingesta de alcohol durante el embarazo, hay que puntualizar:
No hay ninguna cantidad de alcohol segura que pueda consumirse durante el embarazo.
Ningún momento de la gestación se considera seguro para consumir alcohol.
La placenta no filtra el alcohol de ninguna forma.
Como antes se ha indicado, no todos los cuadros de alcoholismo fetal, tienen igual gravedad.
Intervienen factores como la cantidad de alcohol consumida y otros de diversa naturaleza. Tales trastornos incluyen los siguientes.
Defectos de nacimiento relacionados con el alcohol
.Trastorno neuroconductual relacionado con la exposición prenatal al alcohol.
Trastorno del desarrollo neurológico relacionado con el alcohol.
Síndrome alcohólico fetal parcial.
Síndrome alcohólico fetal.
En el siguiente vídeo se profundiza más en el tema.

Epidemiología
En cuanto a la frecuencia de los trastornos alcohólicos fetales, es un hecho que en aquellas sociedades donde la ingesta alcohólica es importante, las mujeres también beben, con independencia de que estén embarazadas o no.
El resultado es un importante número de bebés con Síndrome Alcohólico Fetal. En casos como este, se pone de manifiesto la importancia que tiene la educación sanitaria de la población.
Cada año nacen en el mundo 119.000 niños con Síndrome Alcohólico Fetal, algunos de ellos en países europeos, según informan los investigadores del Centro de Adicción y Salud Mental de Canadá.
Los países de mayor consumo alcohólico durante la gestación incluyen:
- Irlanda.
- Bielorrusia.
- Dinamarca.
- Reino Unido.
- Rusia.
El menor consumo de alcohol durante el embarazo se observa en el Mediterráneo oriental y el sudeste asiático.
Entre el 25% y el 50% de las embarazadas en la Unión Europea continúa bebiendo y podría existir una prevalencia aún mayor de lo que indican los estudios hasta ahora.
Oriol Franch, neurólogo del Hospital Ruber Internacional
En Sudáfrica, el 60% de las gestantes bebe.
El consumo de alcohol durante el embarazo y el Síndrome Alcohólico Fetal no forman un tándem inevitablemente unido; actualmente se sabe que 1 de cada 67 embarazadas que consumen alcohol, presentará un hijo con Síndrome Alcohólico Fetal.
Es precisamente la exposición al alcohol prenatal, la responsable principal de los problemas de conducta que se observan en muchos niños adoptados en países procedentes del Este de Europa
.
Únicamente señalar a modo de curiosidad, que tras Estados Unidos, España es el segundo país del mundo en adopciones internacionales procedentes de países del este europeo.
¿Qué síntomas presenta un niño con Síndrome Alcohólico Fetal?
Antes de entrar a describir la sintomatología derivada de los daños que el alcohol provoca en un cuerpo en desarrollo, conviene recalcar algo que es obvio, pero aún así, lo recalcaremos.
“Y es que el alcohol tiene un efecto dañino para todo ser humano; en el caso de la mujer embarazada que consume alcohol, este no solo es dañino para el feto; en ella provocará los mismos efectos nocivos que en cualquier otro sujeto de edad similar”.
Otro aspecto importante antes de entrar a fondo en los síntomas del cuadro. Según los resultados de un estudio realizado en la universidad de Pittsburgh (USA) y publicados en la revista “Hepatlogía”, existe un vínculo entre la temperatura promedio, las horas de luz solar y el consumo de alcohol.
La razón que explicaría este fenómeno sería el efecto vasodilatador del alcohol, que permite que haya más sangre circulando por el organismo, lo cual eleva la temperatura corporal. Además, el consumo de alcohol va ligado a la depresión, que tiende a ser más común en países con poca luz solar.
Así pues, la relación entre consumo de alcohol y clima influye en las posibilidades que tiene una persona de desarrollar una enfermedad hepática tan peligrosa como la cirrosis
, que puede acabar en insuficiencia hepática y muerte.
A partir de este punto, ya sí se empieza a describir la sintomatología propia del Síndrome Alcohólico Fetal.
Rasgos faciales y defectos físicos
A nivel del rostro, las manifestaciones típicas de quienes padecen Síndrome Alcohólico Fetal, incluyen:
- Microcefalia (tamaño de la cabeza inferior a lo esperable para otros bebés de igual edad y sexo).
- Puente nasal bajo.
- Fisuras palpebrales cortas.
- Nariz aplanada.
- Parte superior de la oreja sin desarrollar.
- Labio superior delgado.
- Surco nasolabial indiferenciado.
- Pliegues epicánticos (piel del párpado superior que cubre el canto del ojo; el pliegue va desde la nariz hasta el lado interno de la ceja).
En lo referente a defectos físicos, además de los rasgos faciales ya mencionados, suelen aparecer:
- Crecimiento físico lento, tanto antes como después del nacimiento.
- Defectos cardíacos y problemas que afectan a los riñones y a los huesos.
- Dificultades que pueden afectar a la visión o a la audición.
- Deformidades en articulaciones, extremidades y dedos.
Alteraciones cognitivas y conductuales
Como ya se ha comentado anteriormente, el Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal engloba distintas categorías con diferente grado de afectación. Aquellos niños que no presentaron grandes deficiencias en su infancia, bien porque tuvieron un diagnóstico precoz o sus madres bebieron menos, al llegar a la edad adulta no suelen presentar considerables deficiencias y pueden llevar una vida más “normal«.
En cambio, aquellos que durante su infancia presentaron grandes deficiencias, entre ellos el cuadro más severo, el Síndrome Alcohólico Fetal, en la edad adulta suelen desarrollar conductas problemáticas, que incluyen:
Abuso de drogas.
Conductas ilegales.
Problemas de salud mental.
En general, aquellos que reciben tratamiento en un hospital, suelen presentar afecciones graves.
En la medida en que ese niño recibe un diagnóstico temprano, se le prestan los servicios de apoyo que necesite, vive en una familia estable y con buenas relaciones socio-familiares, estos factores influirán positivamente en el desarrollo de ese niño o adolescente de cara a su etapa como adulto.
Las características físicas que se observan en los niños con este síndrome, también pueden verse en los adultos, aunque según algunos estudios, son menos aparentes en estos adultos.
Los daños que el alcohol causa en el desarrollo neurológico fetal y que justifican toda la problemática de los afectados, parecer ser la base que sustenta los problemas cognitivos en adultos con Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal.
Los efectos que el alcohol produce en el feto son más graves que los que provoca cualquier otra droga.
Augusto Zafra, psiquiatra director de IVANE
Esto explica por qué personas que nacen con Síndrome Alcohólico Fetal, cuando llegan a la edad adulta siguen presentando buena parte de las deficiencias que tenían en su etapa infantil.
¿Cómo se diagnostica el Síndrome Alcohólico Fetal?
En lo referente al diagnóstico del Síndrome Alcohólico Fetal, un diagnóstico precoz es de suma importancia. Ahora bien, para poder efectuar dicho diagnóstico lo más tempranamente posible, es necesario
:
- conocer el daño que conlleva este síndrome
- saber qué características aparecen en quienes lo tienen
El DSM 5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría) establece los criterios diagnósticos para confirmar que un niño tiene un Síndrome Alcohólico Fetal, teniendo en cuenta:
- Patrón de anomalías faciales.
- Déficit de crecimiento pre y/o postnatal.
- Déficit de crecimiento cerebral, morfología anormal o patrones anormales de la fisiología cerebral.
- Déficit en el neurodesarrollo.
Como ocurre con otros cuadros que afectan al neurodesarrollo, un diagnóstico precoz y una atención temprana, son fundamentales de cara al pronóstico de esos trastornos.
Retomando el Síndrome Alcohólico Fetal, su diagnóstico realmente no es fácil, pues no hay una prueba que cubra la variedad de síntomas que caracterizan al cuadro.
Lo correcto, salvo que sea un niño dado en adopción, es que la madre informe al ginecólogo de la cantidad de alcohol consumida y del momento del embarazo, en el cual se produjo esta.
El diagnóstico no puede hacerse hasta que no haya nacido el niño; es conveniente buscar signos y síntomas de este síndrome, siempre lo más pronto posible.
Recientemente, los investigadores del Grupo Hospital Clínico han desarrollado una app que facilita el diagnóstico del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal. Su funcionamiento se explica en el siguiente vídeo:

¿Cómo se cura el alcoholismo fetal?
Buena pregunta, aunque de difícil respuesta, pues actualmente está totalmente admitido que el Síndrome Alcohólico Fetal no tiene tratamiento, o lo que es lo mismo, es incurable, aunque afortunadamente es 100% prevenible.
Un diagnóstico lo más temprano posible, permite mejorar funcionalmente la situación del afectado, implementando intervenciones lo más específicas posible a nivel neurocognitivo y conductual, lo cual repercute favorablemente en distintos ámbitos:
- Doméstico.
- Escolar o Laboral.
¿Cuál es el pronóstico del Síndrome Alcohólico Fetal?
En el apartado anterior, ya se ha dicho que el Síndrome Alcohólico Fetal no tiene tratamiento, y que únicamente un diagnóstico lo más precoz posible, adoptando las correspondientes intervenciones psicológicas y sociales puede mejorar el pronóstico.
Hay que tener en cuenta que los daños del alcohol durante el embarazo, no afectan a todos los niños por igual, por eso se habla de Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal, con objeto de distinguir los distintos estadios de afectación que existen.
Lógicamente a menor grado de afectación e implantando el correspondiente programa de ayudas apropiado, la situación será más favorable de cara al futuro.
Uno de los puntos más dolorosos de estos cuadros, es que son totalmente prevenibles. Así pues, una mujer que sospeche que pueda estar embarazada o que desee tener un bebé, debe evitar el consumo de alcohol:
- Cualquier cantidad de alcohol.
- Cualquier tipo de bebida alcohólica.
- Cualquier momento del embarazo.
En este sentido, la educación en materia de salud, especialmente de la nociva relación entre embarazo y alcohol, es fundamental que sea conocida por todas las mujeres.
Desgraciadamente, así como los trastornos ligados al consumo de alcohol durante el embarazo son crónicos e incurables, afortunadamente son totalmente prevenibles con un consumo cero.
Obviamente, si durante el embarazo, la gestante no sólo bebe alcohol, sino que además consume otras sustancias que también afectan al sistema nervioso (cannabis, cocaína, …), la situación se complica aún más.
A modo de conclusión, conviene saber que los menores afectados por Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal, van a tener problemas en el cumplimiento de normas, reglas y regulaciones presentes en la sociedad. Los puntos especialmente dificultosos, tienen que ver con:
- La toma de decisiones.
- Las amistades.
- El control de los impulsos.
- La gestión del dinero.
- La diferencia entre fantasía y realidad.
- La adaptación sensorial.
- El sentido de propiedad y/o pertenencia.
- Los cambios.
- La participación en actividades.
- La estructura.
- Las rutinas.
Como resumen de todo lo que se ha dicho en el post, se incluye la siguiente presentación interactiva:
Si te gusta, ya sabes, COMENTA y DIFUNDE; gracias.
8 comentarios en «SÍNDROME ALCOHÓLICO FETAL: RASGOS Y CONSECUENCIAS»
Excelente post, muy bien documentado.
Un saludo.
Gracias Carmen por tu comentario.
Siempre es un gran estímulo, saber que mis contenidos ayudan a clarificar muchas ideas y a desmitificar muchas creencias, cuando no directamente simples bulos, como ocurre con muchas de las supuestas bondades del alcohol.
Gracias por tu interés y un cordial saludo
Yo creo que gran parte reside en la legalidad del consumo. Si lo ilegalizaran como cualquier otra droga que es, tal vez habrían menos casos de muerte y enfermos. Un post muy completo. Gracias.
Gracias Telva por tu comentario.
Ciertamente, que el alcohol al ser una droga legal, muy introducida a nivel social, pues no hay evento que no se celebre con él, es un compuesto que está muy metido en la cultura culinaria y festiva de la sociedad. Incluso el que ciertos sanitarios, hayan dicho que una copita de vino es saludable para el corazón (cosa que a día de hoy se sabe que no es cierta), no ha hecho más que favorecer esta situación de preeminencia que tiene el alcohol.
Por supuesto, que si se considerase como una droga ilegal, su consumo bajaría.
Pero están los intereses económicos de la industria del alcohol de por medio, con lo cual la situación es compleja.
Se requiere bastante educación y concienciación a nivel social.
Gracias por tu tiempo; un cordial saludo
Hola,
creo que he pasado antes por este blog porque me resulta familiar su apariencia, pero no estoy del todo seguro.
El caso es que estaba buscando información sobre sudoración y en uno de los resultados me ha salido esta página.
No soy un consumidor habitual de alcohol, pero me interesa saber si el consumirlo de fin en fin de semana también podría producir sudoración
Saludos.
No sé donde dejar la página que me ha traído hasta aquí, intento copiaros el enlace y no me deja.
Gracias Jose, por tu comentario.
En principio, el consumo de alcohol se asocia a una mayor sudoración, luego es indiferente que ese consumo se efectúe diariamente o sólo los fines de semana.
Si tienes problemas de hiperhidrosis, lo más práctico es consultar con un dermatólogo y que te indique la forma más apropiada para reducir esa producción de sudor.
Sin otro particular, recibe un cordial saludo
Estoy de acuerdo en que beber alcohol, sin importar la cantidad, representa un riesgo. Lo mismo pasa si utilizo mi automóvil, o salgo a caminar o consumo cierto tipo de alimento.
Creo que los extremos son malos. Beber alcohol con moderación, una copa digamos, puede, a la larga, afectarnos, pero también depende de la persona: su alimentación, estiloede vida, herencia, etcétera. No se vale generalizar.
Creo que todos conocemos a personas que han sido moderadas en el consumo de alcohol y llegan a avanzada edad en condiciones óptimas de salud y, al igual, personas abstemias que sufren de todo tipo de males.
No es bueno generalizar
Gracias Alfonso por su comentario.
Mucho me temo, que según indican los diferentes estudios, no es posible hablar de un consumo responsable de alcohol; ese concepto como tal, no existe para el alcohol.
En el caso particular del alcohol, cualquier consumo, por pequeño que sea, es un consumo de riesgo.
El único consumo responsable de alcohol, es el consumo 0.
Y no es algo que diga yo, sino que está refrendado por los resultados de los estudios más recientes.
Un cordial saludo