Un nuevo post, dedicado en este caso al tema de los surcos y arrugas varias que surgen en zonas corporales tan evidentes, como la cara.
No descubrimos nada nuevo si decimos, que por suerte o por desgracia, vivimos en una sociedad en la que el aspecto externo de la persona juega un papel preponderante en sus relaciones sociales, laborales, …
Esto, unido a la «obligatoriedad» de llevar un estilo de vida saludable, donde prime la buena alimentación (fuera dieta detox, dieta macrobiótica, …, que dicho sea de paso tienen más de fraude que de utilidad real), el ejercicio físico prácticamente diario, a pesar de tener trabajos de oficina, que a veces suponen dedicarles más de las reglamentarias 8 horas con las consiguientes consecuencias, hace que a veces más de uno vaya por la vida como pollo sin cabeza, con los problemas que también esto conlleva:
- Ortorexia, fruto de la obsesión por comer sano.
- Alimentación compulsiva, como forma de mitigar el estrés.
- Problemas cardíacos, donde la hipertensión arterial suele ser la patología que se alza con la «medalla de oro».
- Disfunción eréctil, que si bien puede ser de origen multifactorial, no hay que olvidar que el estrés también tiene su importancia como agente etiológico.
- Ansiedad, que ante el estigma que suponen los psicofármacos, más de uno intenta sobrellevar a base de plantas medicinales, desconociendo en muchos casos, que estas tienen sus efectos secundarios y sus interacciones con otros fármacos.
Una vez superada la prueba de la «primera impresión», en cuya antesala puede haber retoques estéticos, evitación de la alopecia y si esta aparece, siempre se puede recurrir a los injertos capilares, uso de lentillas, productos dermocosméticos usados sin saber ni cómo, ni para qué, sonrisa perfecta, …, llega el día a día.
En esa cotidianeidad, cada uno tiene su carácter, su forma de ser, sus vivencias y su manera de afrontar la vida.
En este contexto, no tiene nada de raro que surjan comportamientos tóxicos, que si no se resuelven debidamente, por supuesto que van a pasar factura en la salud de la persona afectada.
En definitiva, y puesto que todos, en mayor o menor medida, estamos sometidos a esos estándares físicos que la sociedad impone, no está de más que nos preocupemos por nuestro aspecto externo, en este caso concreto, por la presencia de surcos nasogenianos, evitando obsesiones y recurriendo siempre a productos y profesionales de máxima solvencia.
Bien, pues una vez planteado ya el contexto en el que se encuadraría el tema a tratar, es hora de «entrar en harina» y desarrollar ampliamente el tema correspondiente a las características de los citados surcos.
¿Qué son los surcos nasogenianos?
Antes de entrar a definir qué son los surcos nasogenianos, conviene señalar que al considerar la anatomía facial, la nariz por su estructura y posición, está ligada a varios tipos de surcos, tales como:
- Surcos nasopalpebrales.
- Surcos nasolabiales.
- Surcos nasogenianos.
El denominado surco nasolabial es el canal que se ubica en el labio superior, y va desde la parte superior del labio hasta la nariz. Su apariencia está determinada genéticamente, y en determinados síndromes, como el síndrome alcohólico fetal, es típica su ausencia. Esta diferencia se aprecia claramente en la siguiente infografía.
El surco nasogeniano, también conocido como línea de la risa, o línea de la sonrisa, es el pliegue de la piel que se extiende desde ambos lados de la nariz hasta las comisuras de la boca.
Como es obvio, con el paso de los años esta línea se va haciendo más marcada.
A edades tempranas, estas líneas tienden a aparecer al sonreír (de ahí su nombre), pero desaparecen cuando la expresión se relaja; con el paso de los años, tales líneas tienden a estar presentes de forma más o menos marcada, tanto si se sonríe como si no.
En general, su presencia indica envejecimiento, a la vez que entristece la expresión.

Surcos nasogenianos
Es conveniente distinguir entre surco nasogeniano y línea de marioneta.
Estas últimas son líneas, pliegues o dobleces verticales que comienzan en las esquinas exteriores de la boca y bajan hasta los bordes externos de la barbilla, pudiendo crear un hundimiento en la parte inferior de la cara; en algunas personas son totalmente rectas, mientras que en otras toman una curva.
¿A qué edad tienden a aparecer los surcos nasogenianos?
Los surcos nasogenianos son más comunes a medida que pasan los años, afectando por igual a hombres y a mujeres.
En general, no hay una edad fija a partir de la cual empiecen a salir, aunque en torno a los 40-50 años comienzan a hacer acto de presencia.
En su aparición influyen diversos factores:
- Componente genético, que puede hacer que estos surcos aparezcan a los 20-30 años, mientras que también existe el polo opuesto: personas con edades muy avanzadas que prácticamente no tienen arrugas.
- Gesticulación, la forma en que se hacen determinados gestos puede condicionar la aparición de estas arrugas; en general, una gesticulación excesiva suele asociarse a más líneas de expresión.
- Forma de la cara y de la mandíbula, o lo que es lo mismo, de la fisonomía, pues dicha forma puede incidir de forma considerable en la aparición de tales surcos.
Una prueba muy sencilla que permite verificar, si con el paso de los años aparecerán tales surcos, es la siguientes: «sonreír normalmente frente al espejo y, al relajar la expresión, comprobar cuántos segundos tarda en desaparecer la línea alrededor de la comisura labial; si la línea queda marcada durante más de 3-5 segundos, es muy probable que esa persona presente surcos nasogenianos con el tiempo«.
¿Por qué salen los surcos nasogenianos?
En el origen de tales surcos, hay implicados varios factores. Este punto se aborda de forma más llamativa mediante la siguiente presentación interactiva.
¿Cómo se quitan los surcos nasogenianos?
Actualmente es posible hacer desaparecer estos surcos recurriendo a varias opciones terapéuticas.
Antes de continuar, conviene recordar que los avances en el campo de la medicina estética son continuos, tanto en lo que respecta a productos, como a técnicas y procedimientos.
La elección del tratamiento se realizará siempre de forma personalizada, considerando las recomendaciones del profesional y las expectativas del paciente.
Ahora bien, dicho esto y teniendo en cuenta que cada día están saliendo técnicas y procedimientos nuevos, hay que asegurarse siempre que se acude a centros acreditados, que cuenten con profesionales expertos; incluso no es ninguna barbaridad, consultar las opciones terapéuticas para el mismo problema, ofrecidas por diferentes clínicas.
La clave es siempre acudir a centros debidamente acreditados y con personal lo suficientemente preparado, capaz de aclarar cualquier duda que un posible usuario pueda tener en relación con un determinado tratamiento.
No tener en cuenta esta premisa, puede hacer que lo que comienza siendo un procedimiento seguro para mejorar el aspecto físico de un sujeto, acabe convirtiéndose, nadie sabe como, en un auténtico despropósito que pone en serio peligro la vida del paciente, cuando no se produce su muerte, sin que el "supuesto centro especializado" o tugurio, pueda aportar ninguna explicación.
Técnicas de tratamiento
A grandes rasgos, los procedimientos disponibles para eliminar surcos nasogenianos se agrupan en 3 apartados:
- Rellenos, utilizando diversas sustancias biocompatibles.
- Cirugía: lifting facial.
- Radiofrecuencia.
Rellenos
El relleno dérmico se basa en inyectar una sustancia en ese pliegue de la piel, con lo cual:
- Se rellena la zona.
- Se restaura el volumen.
- Se restaura la tersura.

Técnica de relleno dérmico
Existen diferentes materiales que pueden usarse con esta finalidad; los más usados son el ácido hialurónico, el ácido poliláctico y la hidroxiapatita cálcica.
En relación con los materiales de relleno, hay que puntualizar que están contraindicados durante el embarazo y la lactancia; su uso se desaconseja si el paciente padece algún cuadro autoinmune o tiene problemas de inmunodepresión secundarios a algún tratamiento médico.
El material más usado es el ácido hialurónico, el cual se introduce con microinyecciones; no se recomienda la eliminación total del surco, puesto que al tratarse de una línea de expresión, el resultado es más natural.
En base a la profundidad de la arruga, se determina la cantidad de este compuesto necesario, y a partir de ahí se establece el precio de la citada eliminación de los surcos nasogenianos con ácido hialurónico.
La elección de este compuesto se basa en que está presente de forma natural en el organismo, con lo cual no produce alergias, ni reacciones.
Los resultados del relleno con ácido hialurónico se aprecian de forma inmediata, aunque el efecto mejorar en los 15 días posteriores a su administración debido a la hidratación de la piel.
En lo que respecta a la duración del tratamiento, este suele oscilar entre 10 y 12 meses, pero algunos profesionales aconsejan realizar el tratamiento una vez al año para rellenar las arrugas y mantener la piel hidratada.
El ácido hialurónico no suele asociarse a efectos secundarios, pues es un compuesto muy seguro; sin embargo en algunos pacientes se puede producir una pequeña inflamación durante la inyección del mismo, la cual desaparece horas después del tratamiento.
En cuanto a posibles molestias durante el tratamiento, puede emplearse una crema anestésica 30 minutos antes de la sesión.
Para garantizar un mejor resultado, se aconseja masajear la zona tratada con una crema hidratante, la cual favorece el asentamiento del producto.
Fundamental: evitar el consumo de alcohol y antiinflamatorios no esteroideos en los días posteriores al tratamiento; durante las primeras 24 horas, se evitará la práctica de cualquier deporte.
Comparada la eficacia de los rellenos, surgió una nueva técnica, los hilos tensores.
Comparando la técnica de los hilos tensores frente a los rellenos, los primeros presentan diferentes ventajas:
- Se consigue un efecto lifting sin cirugía, pues los hilos forman una malla que sube los tejidos y recoloca las capas de la piel, combatiendo así la flacidez.
- Sus resultados son más duraderos, de modo que el efecto total se aprecia a los 2 meses y la duración del tratamiento es de 12 – 18 meses.
- Permiten recuperar el óvalo facial sin ganar volumen.
Cirugía: lifting facial
Esta la solución más adecuada para poner fin a las arrugas, y entre ellas, a los surcos nasogenianos.
Combate la flacidez de la piel y aporta tersura al rostro.
Radiofrecuencia facial
Esta técnica trata y previene la flacidez de la piel.
Su mecanismo de acción se basa en calentar las capas profundas de la piel, lo que hace que el colágeno se contraiga y los tejidos se tensen. A su vez, el calor activa la formación de colágeno.
La siguiente imagen muestra un ejemplo de los resultados conseguidos tras someterse a un tratamiento para eliminar los surcos nasogenianos.

Eliminación de los surcos nasogenianos de forma natural en casa
A nivel doméstico, hay algunos ejercicios que permiten fortalecer los músculos que rodean los pliegues, con lo cual pasan más desapercibidos.
¿Cuál es el precio del tratamiento para eliminar los surcos nasogenianos?
En principio, el precio del tratamiento va a depender de la técnica utilizada.
Así, cuando se recurre al relleno con ácido hialurónico, en función de la cantidad de viales de dicho ácido que se necesiten, lo cual a su vez va a depender de la profundidad de los surcos, el precio oscila entre 300 y 400 euros.
Si se recurre a otras opciones en las que se combinan varias técnicas, el precio sube. Un tratamiento que combine el skin lifting global con los ultrasonidos de alta frecuencia (HIFU), puede llegar a costar alrededor de los 2400 euros.
¿Es posible prevenir la aparición de los surcos nasogenianos?
Hay determinadas medidas que permiten retrasar su aparición o reducir el riesgo de que aparezcan.
Tales medidas incluyen:
- Dieta sana, realización de ejercicio y evitación de hábitos tóxicos como el tabaco.
- Extremar las precauciones con la radiación solar (uso de fotoprotector que ofrezca elevada protección) y las cabinas de bronceado.
- Dormir el número de horas necesario y hacerlo boca arriba, lo que ayuda a que la gravedad actúe contra las líneas de expresión.
- Uso de limpiador suave y crema hidratante al menos 2 veces al día.
- Consultar con el dermatólogo el tipo de cremas más adecuado en función del tipo de piel.
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